miércoles, 15 de septiembre de 2021

18 de septiembre.- SAN JOSÉ DE CUPERTINO, CONFESOR


18 de septiembre

SAN JOSÉ DE CUPERTINO, CONFESOR

III Clase, blanco

Gloria y prefacio común

Nacido de padres devotos, José de Cupertino sobresalió por su pureza ya de joven. Se inscribió entre los hermanos laicos por su falta de instrucción en el convento de los Hermanos Menores en Grotella, y luego, por disposición de la divina Providencia, se unió a los clérigos y fue ordenado. Castigó su cuerpo con una camisa de pelo, con azotes y todo tipo de austeridades, y nutrió su espíritu con la santa oración, siendo llamado por Dios al más alto grado de contemplación. Destacó por su obediencia y pobreza, cultivó la castidad, y la conservó siempre, venciendo grandes tentaciones. Honró a la Virgen María con un amor admirable y brilló por su caridad hacia los pobres. Su humildad era tan profunda que pensó que era un gran pecador y rogó a Dios que se llevara los regalos que le habían sido dados. Viajó por muchos lugares al mando del superior de la Orden y de la Santa Inquisición; finalmente, en Osimo en Piceno, a los 71 años, hizo el último viaje al cielo.

 

INTROITO Eclesiástico 1, 14-15. Salmo 83, 2

Diléctio Dei honorábilis sapiéntia: quibus autem apparúerit in visu, díligunt eam in visióne, et in agnitióne magnálium suórum. V/. Quam dilécta tabernácula tua, Dómine virtútum! concupíscit, et déficit ánima mea in átria Dómini. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén

El amor de Dios es una sabiduría digna de ser honrada; aquellos a quienes ella se manifiesta, ámanla luego que la ven, reconociendo las maravillas que obra. V/. ¡Cuán amables son tus moradas, Señor de los ejércitos! Mi alma suspira y desfallece por los atrios del Señor. V/.  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,  por los siglos de los siglos. Amén.

 

COLECTA

Deus, qui ad unigénítum Fílium tuum exaltátum a terra ómnia tráhere disposuísti: pérfice propítius; ut, méritis et exémplo seráphici Confessóris tui Joséphi, supra terrénas omnes cupiditátes eleváti, ad eum perveníre mereámur: Qui tecum vivit et regnat in unitate Spritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amén.

¡Oh Dios!, que has querido que tu Hijo unigénito, levantado sobre la tierra, atrajese todo hacia sí; concédenos propicio que, por los méritos y a ejemplo de tu seráfico confesor José, sobreponiéndonos a todas las terrenales concupiscencias, merezcamos llegarnos a aquel: que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

 

EPÍSTOLA 1 Corintios 13, 1-8

Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Corínthios.

Fratres: Si linguis hóminum loquar, et Angelórum, caritátem autem non hábeam, factus sum velut æs sonans, aut cymbalum tínniens. Et si habúero prophetíam, et nóverim mystéria ómnia, et omnem sciéntiam: et si habúero omnem fidem ita ut montes tránsferam, caritátem autem non habúero, nihil sum. Et si distribúero in cibos páuperum omnes facultátes meas, et si tradídero corpus meum ita ut árdeam, caritátem autem non habúero, nihil mihi prodest. Cáritas pátiens est, benígna est: Cáritas non æmulátur, non agit pérperam, non inflátur, non est ambitiósa, non quærit quæ sua sunt, non irritátur, non cógitat malum, non gaudet super iniquitáte, congáudet autem veritáti: ómnia suffert, ómnia credit, ómnia sperat, ómnia sústinet. Cáritas numquam éxcidit; sive prophetíæ evacuabúntur, sive linguæ cessábunt, sive sciéntia destruétur.

Lección de la carta del Apóstol San Pablo a los Corintios.

Hermanos: Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que resuena o un címbalo que aturde. Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber; si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada. Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría. El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe; no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasa nunca. Las profecías, por el contrario, se acabarán; las lenguas cesarán; el conocimiento se acabará.

 

GRADUAL Salmo 20, 4-5

Dómine, prævenísti eum in benedíctiónibus dulcédinis; posuísti in cápite ejus corónam de lápide pretióso. V/. Vitam pétiit a te, et tribuísti ei longitúdinem diérum in sǽculum, et in sǽculum sǽculi.

Le has prevenido, Señor, con bendiciones de elección; le has puesto sobre la cabeza una corona de piedras preciosas. V/. Te pidió vida y tú le has concedido alargar sus días por los siglos de los siglos.

 

ALELUYA Eclesiástico 11, 13

Allelúja, allelúja. V/. Oculus Del respéxit illum in bono, et eréxit eum ab humilitáte ipsíus, et exaltávit caput ejus. Allelúja.

Aleluya, aleluya. V/. Los ojos del Señor le han mirado con benevolencia; lo ha sacado de su humilde condición y lo ha honrado. Aleluya.

 

EVANGELIO Mateo 22, 1-4

Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthǽum.

In illo témpore: Loquebátur Jesus princípibus sacerdótum et pharisǽis in parábolis, dicens: «Simile factum est regnum cælórum hómini regi qui fecit núptias filio suo. Et misit servos suos vocáre invitátos ad núptias et nolébant veníre. Iterum misit álios servos dicens: «Dicite invitátis: Ecce prándium meum parávi, tauri mei et altília occisa sunt, et ómnia paráta: veníte ad núptias.» Illi autem negléxerunt: et abiérunt álius in villam suam, álius vero ad negotiatiónem suam: réliqui vero tenuérunt servos eius et contuméliia afféctos occidérunt. Rex autem cum audísset, irátus est et missis exercítibus suis pérdidit homicídas illos, et civitátem illórum succéndit. Tunc ait servis suis: «Núptiæ quidem parátæ sunt, sed qui invitáti erant non fuerunt digni. Ite ergo ad éxitus viárum et quoscúmque invenéritis vocáte ad núptias.» Et egréssi servi eius in vias, congregavérunt omnes, quos invenérunt, malos et bonos: et implétæ sunt núptiæ discumbéntium. Intrávit autem rex, ut vidéret discumbéntes, et vidit ibi hóminem non vestítum veste nuptiáli. Et ait illi: «Amíce, quómodo huc intrásti non habens vestem nuptiálem?» At ille obmútuit. Tunc dixit rex minístris: «Ligátis mánibus et pedibus eius, et míttite eum in ténebras exterióres: ibi erit fletus et stridor déntium. Multi enim sunt vocáti, pauci vero elécti.»»

Continuación del santo Evangelio según san Mateo.

En aquel tiempo: hablaba Jesús a los príncipes de los sacerdotes y fariseos en parábolas, diciendo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”. Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?”. El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos».

 

OFERTORIO Salmo 34, 13

Ego autem cum mihi molésti essent, induébar cilício. Humiliábam in jejúnio ánimam meam: et orátio mea in sinu meo convertétur.

Cuando me atormentaban, vestido de cilicio, afligía mi alma con el ayuno y oraba inclinada la cabeza sobre mi seno.

 

SECRETA

Laudis tibi, Dómine, hóstias immolámus, in tuórum commemoratióne Sanctórum: quibus nos et præséntibus éxui malis confídimus, et futúris. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,

 

Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza en conmemoración de tus santos, por cuya intercesión confiamos vernos libres de los males presentes y futuros.  Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios

 

PREFACIO COMÚN

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: per Christum Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Angeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cæli cælorúmque Virtútes, ac beáta Séraphim, sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admítti júbeas deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:

Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable que te demos gracias en todo tiempo y lugar ¡Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Por cuanto, por el Misterio de la Encarnación del Verbo ha brillado a los ojos de nuestra alma un nuevo resplandor de tu gloria: para que al conocer a Dios visiblemente, seamos por Él arrebatados al amor de las cosas invisibles. Y por eso, con los Ángeles y los Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, entonamos a tu gloria un himno, diciendo sin cesar:

 

COMUNIÓN Salmo 68, 30-31

Ego sum pauper, et dolens: salus tua, Deus, suscépit me. Laudábo nomen Dei cum cántico: et magnificábo eum in laude.

Yo soy un pobre y afligido; líbrame, ¡oh Dios!, con tu auxilio. Alabaré el nombre de Dios con un himno y le glorificaré con alabanzas.

 

POSCOMUNIÓN

Refécti cibo potúque cælésti, Deus noster, te súpplices exorámus: ut, in cujus hæc commemoratióne percépimus, ejus muniámur et précíbus. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

 

Alimentados con la comida y bebida celestiales, te rogamos humildemente, ¡oh Dios nuestro!, que nos presten su apoyo los ruegos de aquél en cuya conmemoración los hemos recibido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

18 de Septiembre. San Jose de Cupertino, confesor. Propio y Ordinario de la Santa Misa

Folleto PDF

 

18 de Septiembre. San José ... by IGLESIA DEL SALVADOR DE TOL...