martes, 27 de abril de 2021

IV DOMINGO DE PASCUA



IV DOMINGO DE PASCUA
II clase, Blanco
Gloria, Credo y prefacio de Pascua
 

Los últimos domingos después de Pascua continúan cantando la gloria de Cristo y las alegrías de su resurrección. En la misa de hoy  llaman la atención el introito y el júbilo exultante del ofertorio, una de las melodías más bellas del canto gregoriano.
Al acercarse la Ascensión y Pentecostés nos advierten los evangelios que Jesús está preparando a sus discípulos para su partida definitiva, con el anuncio del envió del Espíritu Santo, Él será para ellos, luz, fuerza y apoyo. Esta enseñanza sobre la misión del Espíritu Santo vale tanto para nosotros como para los apóstoles. A él se ha confiado la dirección de la Iglesia, de la que es inspirador y guía, así como es también para todo fiel «bautizado en el agua y en el Espíritu» la fuente misma de la vida cristiana. Por su papel permanente en la Iglesia, prolonga el Espíritu Santo la obra Cristo y da testimonio de él. A un mismo tiempo convence al mundo de error y de pecado por no haber aceptado al Salvador.
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El Introito  de la Misa forma parte del salmo noventa y siete en que el Profeta Rey invita a todas las naciones a cantar al Dios de Israel, pues los prodigios obrados con su omnipotencia a favor de su pueblo. La alegría de que se muestra tan poseída la Iglesia en la Liturgia de todo el Tiempo Pascual, no creemos hallarla de un modo absoluto en la presente vida, no; la verdadera felicidad solamente la poseeremos en el cielo.
Por eso nos exhorta la Iglesia en la Colecta a que tengamos fijos nuestros corazones en los verdaderos goces de la Gloria., aun medio de las constantes mudanzas de la presente vida. Del cielo, nos advierte el Apóstol Santiago en la Epístola, es de donde nos viene todo son perfecto.
De Dios que nos ha dado la vida de la gracia lo mismo que la vida natural, hemos de esperar todos los verdaderos bienes. Para que nuestra esperanza sea más sólida, hemos de apartarnos de todo cuanto pueda manchar nuestra alma, recibiendo con docilidad la palabra divina, pues ella, como nos advierte el mismo Apóstol puede salvar nuestras almas.
Siendo estas domínicas como una preparación para la Ascensión, el Evangelio nos recuerda las últimas amonestaciones de Jesucristo a sus Apóstoles, aquellas palabras de inefable consuelo que brotaron de Corazón divino antes de separarse de aquellos a quienes tanto amaba.

INTROITO Salm. 97.1,2,1.
Cantáte Dómino cánticum novum, allelúja: quia mirabília fecit Dóminus, allelúja: ante conspéctum géntium revelávit justítiam suam, allelúja, allelúja, allelúja. V/.  Salvávit sibi déxtera ejus: et bráchium sanctum ejus. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén.
Cantad al   Señor   un cántico nuevo, aleluya; porque ha hecho mara­villas el Señor, aleluya; ha manifestado su justicia ante las naciones, aleluya, aleluya, aleluya. V/.  Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. V/.  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,  por los siglos de los siglos. Amén.

COLECTA
Vivir como bautizados, fieles a Dios, en esta difícil vida, no es posible sino con la ayuda de la gracia de Dios.
Deus, qui fidélium mentes uníus éfficis voluntátis: da pópulis tuis id amáre quod prǽcipis, id desideráre quod promíttis; ut inter mundánas varietátes ibi nostra fixa sint corda, ubi vera sunt gáudia. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

Oh Dios, que das a las almas de los fieles un solo querer,  concede a tus pueblos amar tus mandatos y ansiar tus promesas, para que entre los halagos del mundo tengamos fijos nuestros corazones allí donde están los verdaderos goces. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

EPÍSTOLA Santiago 1, 17-21
Nada mejor haría el hombre que dejarse moldear por Dios, que ha emprendido y prosigue en él esta gran obra. Después de crearnos, nos ha redimido; no queda sino purificar nuestra vida y recibir la palabra celestial en lo más íntimo de nuestras almas.
Léctio Epístolæ beáti Jacóbi Apóstoli.
Caríssimi: Omne datum óptimum, et omne donum perféctum desúrsum est descéndens a Patre lúminum, apud quem non est transmutátio, nec vicissitúdinis obumbrátio. Voluntárie enim genuit nos verbo veritátis, ut simus initium áliquod creatúræ eius. Scitis, fratres mei dilectíssimi. Sit autem omnis homo velox ad audiéndum: tardus autem ad loquéndum, et tardus ad iram. Ira enim viri iustítiam Dei non operátur. Propter quod abjicientes omnem inmundítiam, et abundántiam malítiæ, in mansuetúdine suscípite ínsitum verbum quod potest salváre ánimas vestras.

Lección de la carta del Apóstol Santiago

Carísimos: Todo buen regalo y todo don perfecto viene de arriba, procede del Padre de las luces, en el cual no hay ni alteración ni sombra de mutación. Por propia iniciativa nos engendró con la palabra de la verdad, para que seamos como una primicia de sus criaturas. Tened esto presente, mis queridos hermanos: que toda persona sea pronta para escuchar, lenta para hablar y lenta a la ira, pues la ira del hombre no produce la justicia que Dios quiere. Por eso, desechad toda inmundicia y la carga de mal que os sobra y acoged con docilidad esa palabra, que ha sido injertada en vosotros y es capaz de salvar vuestras vidas.


ALELUYA PASCUAL. Salmo 117, 6. Romanos 6, 9
En Pascua, omitido el gradual, se dice:
Allelúja, allelúja. V/. Déxtera Dómini fecit virtútem: déxtera Dómini exaltávit me. Allelúja. V/. Christus resúrgens ex mórtuis, jam non móritur: mors illi ultra non dominábitur. Allelúja.
Aleluya, aleluya V/. La diestra del Señor ha hecho prodigios; la diestra del Señor me ha salvado. Aleluya, V/. Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte no tendrá ya dominio sobre él. Aleluya

EVANGELIO Juan 16, 5-14
El Espíritu Santo revela a los fieles la autenticidad de la misión de Cristo y el sentido de su redención: denunciando el pecado del mundo que no ha querido creer en Cristo, mostrando que Jesús ha sido el único Justo, afirmando que ha resucitado y subido por virtud divina a los cielos.
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: “Vado ad eum qui misit me: et nemo ex vobis intérrogat me: Quo vadis? Sed quia hæc locútus sum vobis tristítia implévit cor vestrum. Sed ego veritátem dico vobis: éxpedit vobis ut ego vadam: si enim non abíero Paráclitus non véniet ad vos: si autem abíero, mittam eum ad vos. Et, cum vénerit ille árguet mundum de peccáto, et de justítia, et de judício. De peccáto quidem, quia non creddidérunt in me: de justítia vero, quia ad Patrem vado, et iam non vidébitis me: de judício autem, quia princeps hujus mundi jam judicátus est. Adhuc multa hábeo vobis dícere: sed non potéstis portáre modo. Cum autem vénerit ille Spíritus veritátis docébit vos omnem veritátem. Non enim loquétur a semetípso: sed quæcúmque áudiet loquétur, et quæ ventúra sunt, annuntiábit vobis. Ille me clarificábit: quia de meo accípiet: et annuntiábit vobis.

Continuación del Santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado. Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.

Se dice Credo

OFERTORIO Salmo 65,1-2.16.
Jubiláte Deo, univérsa terra, psalmum dícite nómini ejus: veníte et audíte, et narrábo vobis, omnes qui timétes Deum, quanta fecit Dóminus ánima meæ, allelúja.
Cante a Dios toda la tierra; cantad la gloria de su nombre. Venid y oíd vosotros, todos los que teméis a Dios, y os contaré cuán grandes cosas ha hecho el Señor a mi alma, aleluya.

SECRETA
Deus, qui nos per hujus sacrifícii veneránda commércia, unius summæ divinitátis partícipes effecísti: presta quǽsumus; ut sicut tuam cognóscimus veritátem sic eum dignis móribus assequámur.Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,

Oh Dios! Que por la sagrada recepción de este sacrificio nos has hecho partícipes de tu soberana divinidad, concede, te suplicamos, que después de haber conocido tu verdad, podamos conseguirla con dignas costumbres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios

PREFACIO PASCUAL
Vere dignum et justum est, aequum et salutare: Te quidem, Domine, omni tempore, sed in in hoc potissimum gloriosius praedicare, cum Pascha nostrum immolatus es Christus. Ipse enim verus es Agnus, qui abstulit peccata mundi. Qui mortem nostram moriendo destruxit, et vitam resurgendo reparavit. Et ideo cum Angelis et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque omni militia caelestis exercitus, hymnum gloriae tuae canimus, sine fine dicentes:
Verdaderamente es digno y justo, debido y saludable, que en todo tiempo, Señor, te alabemos; pero principalmente con mayor magnificencia en éste tiempo, en que Jesucristo inmolado es, nuestra Pascua. Porque Él es el verdadero Cordero que quita los pecados del mundo. El cual muriendo, destruyó nuestra muer te, y resucitando, reparó nuestra vida. Por esto, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, can tamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

COMUNIÓN Juan 16, 8
Cum vénerit Paráclitus Spíritus veritátis, ille árguet mundum de peccáto, et de justítia, et de judício, allelúja, allelúja.
Cuando venga el Espíritu Consolador convencerá al mundo  en orden al pecado, a la justicia y al juicio,  aleluya, aleluya.

POSCOMUNIÓN
Adesto nobis, Dómine Deus noster; ut per hæc, quæ fidéliter súmpsimus, et purgémur a vítiis, et a perículis ómnibus eruámur. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
Asístenos, Señor Dios nuestro, para que los misterios que con fe hemos recibido, nos purifiquen de nuestras culpas y nos libren de todos los peligros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

FOLLETO BILINGÜE EN PDF (mas abajo)
 

IV Domingo de Pascua. Leccionario 1962

 
 
PROPIOS MP3
COMENTARIO DEL CARD. SCHUSTER
SUGERENCIAS PARA LA HOMILÍA SERMÓN DE SAN ANTONIO DE PADUA

COMENTARIOS AL EVANGELIO

4th Sunday after Easter
 Introit • ScoreVideoMp3Organist • Cantate Domino
Mode VIII psalm tone for 1st & 2nd Alleluia (PDF)
1st Alleluia  • ScoreVideoMp3Organist • Dextera Dei
2nd Alleluia • ScoreVideoMp3Organist • Christus resurgens
Offertory • ScoreVideoMp3Organist • Jubilate Deo universa terra (SHARED)
 Communion • ScoreVideoMp3Organist • Dum venerit Paraclitus


PARTITURAS DE LAS ORACIONES Y LECTURAS
GRABACIONES DE LAS LECTURAS
  Epístola
  EVANGELIO
I Vísperas 

-Visperas gregorianas. Domingos de Pascua. 2020

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