DOMINGO DE SEPTUAGÉSIMA
II clase, morado
Sin Gloria. Tracto, Credo y prefacio
de la Santísima Trinidad
TIEMPO DE SEPTUAGÉSIMA Y SUS NORMAS LITÚRGICAS
La Santa Madre Iglesia nos convoca hoy para recordar juntos con ella el relato de la caída de nuestro primer padre. Semejante desastre nos hace presentir el desenlace de la vida mortal del Hijo de Dios hecho hombre, que se dignó hacerse cargo de expiar personalmente la prevaricación del principio y todos los desmanes que después se han ido acumulando. Para poder apreciar la grandeza del remedio, es menester sondear la llaga. Se empleará la presente semana en meditar la gravedad del primer pecado y la secuela toda de desventuras que acarreó al linaje humano.
Se celebra en Roma la estación en la Iglesia de San Lorenzo Extramuros. Los antiguos liturgistas hacen resaltar la relación que existe entre el justo Abel, cuya sangre derramada por su hermano es objeto de uno de los responsorios de Maitines de esta noche, y el mártir sobre cuyo sepulcro abre la Iglesia romana la Septuagésima.
El Introito de la Misa expresa al vivo los terrores de la muerte de que son víctima Adán y toda su descendencia después del pecado. Un grito, sin embargo, de esperanza sale de en medio de esta desolación. El Señor hizo una promesa el día mismo de la maldición. Confiesen los hombres su miseria, y Dios mismo ofendido será su libertador.
INTROITO Salmo 17, 5-7; 2-3
Circumdedérunt me gémitus mortis, dolóres inférni circumdedérunt me: et in tribulatióne mea invocávi Dóminum, et exaudívit de templo sancto suo vocem meam. V/. Díligam te, Dómine, fortitúdo mea: Dóminus firmaméntum meum, et refúgium meum, et liberátor meus. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén |
Me cercaron angustias de muerte; dolores de infierno me rodearon: y en mi tribulación invoqué al señor, y Él oyó mi voz desde su santo templo. V/. Te amaré, Señor, fortaleza mía: el Señor es mi fortaleza y mi refugio, y mi libertador. V/. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. |
COLECTA
Preces pópuli tui quǽsumus, Dómine, cleménter exáudi: ut, qui juste pro peccátis nostris afflígimur, pro tui nóminis glória misericórditer liberémur. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen. |
Te rogamos, Señor, escuches benignamente las oraciones de tu pueblo, haciendo que los que nos sentimos justamente atormentados a consecuencia de nuestros pecados, seamos salvos misericordiosamente para honra de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. |
EPÍSTOLA 1 Corintios 9, 24-27; 10, 1-5
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Corínthios. Fratres: Nescítis quod ii, qui in stádio currunt, omnes quidem currunt, sed unus áccipit bravíum? Sic cúrrite, ut comprehendátis. Omnis autem, qui in agóne conténdit, ab ómnibus se ábstinet: et illi quidem ut corruptíbilem corónam accípiant; nos autem incorrúptam. Ego ígitur sic curro, non quasi in incértum: sic pugno, non quasi áërem vérberans: sed castígo corpus meum, et in servitútem rédigo: ne forte cum áliis prædicáverim, ipse réprobus effíciar. Nolo enim vos ignoráre, fratres, quóniam patres nostri omnes sub nube fuérunt, et omnes mare transiérunt, et omnes in Móyse baptizáti sunt in nube, et in mari: et omnes eámdem escam spiritálem manducavérunt, et omnes eúmdem potum spiritálem bibérunt: (bibébant autem de spiritáli, consequénte eos, petra: petra autem erat Christus): sed non in plúribus eórum beneplácitum est Deo. |
Lección de la carta del Apóstol San Pablo a los Corintios Hermanos: ¿No sabéis que en el estadio todos los corredores cubren la carrera, aunque uno solo se lleva el premio? Pues corred así: para ganar. Pero un atleta se impone toda clase de privaciones; ellos para ganar una corona que se marchita; nosotros, en cambio, una que no se marchita. Por eso corro yo, pero no al azar; lucho, pero no contra el aire; sino que golpeo mi cuerpo y lo someto, no sea que, habiendo predicado a otros, quede yo descalificado. Pues no quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y por el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios. |
GRADUAL Salmo 9, 10-11, 19-20
Adjútor in opportunitátibus, in tribulatióne: sperent in te, qui novérunt te: quóniam non derelínquis quæréntes te, Dómine. V/. Quóniam non in finem oblívio erit páuperis: patiéntia páuperum non períbit in ætérnum: exsúrge Dómine, non præváleat homo. |
Tú eres, oh Señor, nuestro socorro en los trances difíciles y en la tribulación: esperen en Ti los que te conocen, porque no abandonas a los que te buscan. V/. Porque el desvalido no será siempre olvidado: la paciencia de los afligidos no se verá frustrada para siempre: levántate, Señor, y que no triunfe el hombre impío. |
TRACTO Salmo 129, 1-4
En Septugésima, omitido el Aleluya, se dice:
De profúndis clamávi ad te, Dómine: Dómine exáudi vocem meam. V/. Fiant aures tuæ intendéntes in oratiónem servi tui. V/. Si iniquitátes observáveris, Dómine: Dómine quis sustinébit? V/. Quia apud te propitiátio est, et propter legem tuam sustínui te, Dómine. |
Desde lo más profundo he clamado a Ti, Señor: Señor, oye mi voz. V/. Presta oídos a la oración de tu siervo. V/. Si tienes en cuenta nuestras culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir delante de Ti? V/. Pero en Ti se encuentra el perdón, y confiado en tus palabras espero en Ti, oh Señor. |
EVANGELIO Mateo 20, 1-16
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthæum. In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis parábolam hanc: «Símile est regnum cælórum hómini patrifamílias, qui éxiit primo mane condúcere operários in víneam suam. Conventióne autem facta cum operáriis ex denário diúrno, misit eos in víneam suam. Et egréssus circa horam tértiam, vidit álios stantes in foro otiósos, et dixit illis: Ite et vos in víneam meam, et quod justum fúerit, dabo vobis. Illi autem abiérunt. Iterum autem éxiit circa sextam et nonam horam: et fecit simíliter. Circa undécimam vero éxiit, et invénit álios stantes, et dicit illis: Quid hic statis tota die otiósi? Dicunt ei: Quia nemo nos condúxit. Dicit illis: Ite et vos in víneam meam. Cum sero autem factum esset, dicit dóminus víneæ procuratóri suo: Voca operários, et redde illis mercédem incípiens a novíssimis usque ad primos. Cum veníssent ergo qui circa undécimam horam vénerant, accepérunt síngulos denários. Veniéntes autem et primi, arbitráti sunt quod plus essent acceptúri: accepérunt autem et ipsi síngulos denários. Et accipiéntes murmurábant advérsus patremfamílias, dicéntes: «Hi novíssimi una hora fecérunt, et pares illos nobis fecísti, qui portávimus pondus diéi, et æstus.» At ille respóndens uni eórum, dixit: «Amíce non fácio tibi injúriam: nonne ex denário convenísti mecum? Tolle quod tuum est, et vade: volo autem et huic novíssimo dare sicut et tibi. Aut non licet mihi, quod volo, fácere? an óculus tuus nequam est, quia ego bonus sum?» Sic erunt novíssimi primi, et primi novíssimi. Multi enim sunt vocáti, pauci vero elécti.» |
Continuación del Santo Evangelio según San Mateo En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Pues el reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: “Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido”. Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: “¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”. Le respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Él les dijo: “Id también vosotros a mi viña”. Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: “Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”. Él replicó a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”. Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos». «Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos». |
Se dice Credo
OFERTORIO Salmo 91, 2
Bonum est confitéri Dómino, et psállere nómini tuo, Altíssime. |
Bueno es alabar al Señor y cantar salmos a tu nombre, ¡oh Altísimo! |
SECRETA
Munéribus nostris quǽsumus, Dómine, precibúsque suscéptis; et cæléstibus nos munda mystériis, et cleménter exáudi. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, |
Ya que has recibido, oh Señor, nuestras oraciones y ofrendas, purifícanos con estos santos misterios y despacha favorablemente nuestros ruegos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios |
PREFACIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes: |
Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar oh Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios! Quien, con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, eres un solo Señor: no en la unidad de una sola persona, sino en la Trinidad de una sola sustancia. Porque cuanto creemos, por habérnoslo Tu revelado, acerca de tu gloria, creémoslo igualmente de tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin haber diferencia ni separación. De modo que, al reconocer una sola verdadera y eterna Divinidad, sea también adorada la propiedad en las personas, la unidad en la esencia y la igualdad en la majestad. A la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar diariamente, diciendo a coro: |
COMUNIÓN Salmo 30, 17-18
Illúmina fáciem tuam super servum tuum, et salvum me fac in tua misericórdia: Dómine non confúndar, quóniam invocávi te. |
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo y sálvame por tu misericordia: Señor, no sea confundido, pues yo te he invocado. |
POSCOMUNIÓN
Fidéles tui Deus per tua dona firméntur: ut éadem et percipiéndo requírant, et quæréndo sine fine percípiant. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen. |
Haz, oh Dios, que tus fieles se sientan fortalecidos con tus dones; para que, recibiéndolos, más y más los busquen, y buscándolos, eternamente los gusten. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. |
Septuagésima. Leccionario 1962
Septuagésima. Guía de los fieles para la santa misa cantada. Kyrial Orbis Factor
Septuagésima. Propio y Ordinario de la Santa Misa
COMENTARIO LITÚRGICO CARD. SCHUSTER
SUGERENCIAS PARA LA HOMILÍA SERMÓN DE SAN ANTONIO DE PADUA
- Homilía de maitines EL SEÑOR NO HA DEJADO DE ENVIAR OPERARIOS. San Gregorio Papa
- TODOS POR IGUAL RECIBEN EL PREMIO. San Jerónimo
- SANTA TERESA: ES DIOS MUY PAGADOR
- ¿POR QUÉ ESTÁIS OCIOSOS SIN PRACTICAR LAS VIRTUDES? San Juan Bautista de la Salle
- SÁLVESE EL ALMA Y HÚNDASE EL MUNDO. San Alfonso María de Ligorio
-
Benedicto XVI EL SER LLAMADOS ES LA PRIMERA RECOMPENSA
- LA VIÑA DEL ALMA. Santo Tomás de Villanueva
- NECESIDAD DE LA ASCESIS. Homilía del Domingo de Septuagésima
- Trabajemos en la viña de nuestra alma. Homilía Septuagésima
- No estemos ociosos respecto a nuestra salvación. Homilía de Septuagésima
EPÍSTOLA
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EVANGELIO
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