lunes, 29 de noviembre de 2021

II domingo de Adviento



II DOMINGO DE ADVIENTO
ESTACIÓN EN SANTA CRUZ DE JERUSALÉN
I clase, morado
Se omite el Gloria. Credo y Prefacio de Adviento o de la Santísima Trinidad

Estamos ya en pleno adviento, o por mejor decir, en franca  expectativa de la venida del Salvador del mundo. La Iglesia quiere hoy elevarnos, para que alcancemos a ver al que avanza hacia nosotros con dulce y suave majestad. La ausencia de pecado y un deseo cada vez más ardiente de llegar a Belén, acompañando a José y a María que viajan escoltados de ángeles hacia Jerusalén, será nuestra mejor disposición para este domingo y para la semana que con él empezamos.
Además del Mesías, a quien anuncian, dos grandes profetas iluminan la liturgia de este domingo: Isaías y Juan Bautista. Isaías es el profeta por excelencia del advenimiento mesiánico. La Iglesia nos hace oír su voz en el introito; voz que resuena en la epístola y el evangelio, en que Cristo y san Pablo se refieren a lo que él había dicho. El propio san Juan Bautista, el último de los profetas y el inmediato precursor de Cristo, alegaba la palabra de Isaías. Su lugar en la liturgia del Adviento desborda ampliamente este segundo domingo. No hay día en que no nos haga leer la Iglesia en maitines algún pasaje de sus profecías; de él se toman las lecturas de los tres días de Témporas, y en la noche de Navidad son sus palabras las que cantarán, en el Emmanuel nacido de la Virgen, las grandezas divinas del Príncipe de la Paz. Dos enseñanzas principales nos pro porciona la misa de hoy: Jesús es el Mesías de los «pobres», de todos aquéllos que, conscientes de su miseria, recurren a él (evangelio). Es también el Salvador, tanto de los paganos como de los judíos; en adelante, el pueblo de Sión será la Iglesia abierta de par en par a todas las naciones de la tierra (epístola).
 
 
TEXTOS DE LA SANTA MISA
 

INTROITO Isaías 30, 30. Salmo 79, 2.

PÓPULUS SION, ecce Dóminus vénit ad salvándas gentes: et audítam fáciet Dóminus glóriam vocis suæ in lætítia cordis vestri. V/. Qui regis Israël, inténde qui dedúcis velut ovem, Joseph.  V/.  Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén.

PUEBLO DE SIÓN, he ahí que viene el Señor a salvar a las naciones; el Señor hará brillar la majestad de su voz para alegría de vuestro corazón.  V/. Tú que gobiernas a Israel, atiende; tú que guías a José como a una oveja. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

No se dice Gloria.

 

COLECTA

EXCITA, Dómine, corda nostra ad præparándas Unigéniti tui vias: ut per ejus advéntum, purificátis tibi méntibus servíre mereámur. Qui tecum vivit et regnat, in unitate Spíritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

MUEVE, Señor, nuestros corazones para preparar los caminos de tu Unigénito; a fin de que, por su venida, merezcamos servirte con almas purificadas. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

 

EPÍSTOLA Romanos 15, 4-13

Vengan de donde vinieren y cualquiera que sea el medio a que pertenezcan, el llamamiento de Dios se dirige a todos los hombres, sin distinción de méritos o privilegios. Al recordárselo san Pablo a los fieles, llegados tanto del paganismo como del judaísmo, da gracias a Dios, citando las Escrituras, por esta vocación universal, fundamento de la esperanza cristiana.

LÉCTIO EPISTOLÆ BÉATI PAULI APÓSTOLI AD ROMÁNOS:

Fratres: Quæcúmque enim scripta sunt ad nostram doctrínam scripta sunt: ut per patiéntiam, et consolatiónem Scripturárum, spem habeámus. Deus autem patiéntiæ, et solacii, det vobis id ipsum sápere in alterutrum secundum Jesum Christum: ut unánimes, uno ore honorificétis Deum et Patrem Dómini nostri Jesu Christi. Propter quod suscipite invicem, sicut et Christus suscepit vos in honorem Dei. Dico enim Christum Jesum ministrum fuisse circumcisionis propter veritatem Dei, ad confirmandas promissiones patrum: gentes autem super misericordiam honorare Deum, sicut scriptum est: Proptérea confitébor tibi in gentibus, Dómine, et nomini tuo cantabo. Et iterum dicit: Lætámini, gentes, cum plebe eius. Et iterum: Laudáte omnes gentes Dóminum: et magnificate eum omnes populi. Et rursus Isaias ait: Erit radix Jesse, et qui exsúrget regere gentes, in eo gentes sperabunt. Deus autem spei repleat vos omni gaudio, et pace in credendo: ut abundetis in spe, in virtute Spiritus Sancti.

Lección de la carta del Apóstol san Pablo a los Romanos.

Hermanos: Todo lo que se escribió en el pasado, se escribió para enseñanza nuestra, a fin de que a través de nuestra paciencia y del consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza. Que el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener entre vosotros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús; de este modo, unánimes, a una voz, glorificaréis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por eso, acogeos mutuamente, como Cristo os acogió para gloria de Dios. Es decir, Cristo se hizo servidor de la circuncisión en atención a la fidelidad de Dios, para llevar a cumplimiento las promesas hechas a los patriarcas y, en cuanto a los gentiles, para que glorifiquen a Dios por su misericordia; como está escrito: Por esto te alabaré entre los gentiles y cantaré para tu nombre. Y en otro lugar: Regocijaos, gentiles, junto con su pueblo. Y además: Alabad al Señor todos los gentiles, proclamadlo todos los pueblos. E Isaías vuelve a decir: Aparecerá el retoño de Jesé y el que se levanta para dominar a los gentiles; en él esperarán los gentiles. Que el Dios de la esperanza os colme de alegría y de paz viviendo vuestra fe, para que desbordéis de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo.

 

GRADUAL Salmo 49, 2-3. 5

EX SION spécies decóris ejus: Deus maniféste vénit. V/. Congregáte illi sanctos ejus, qui ordinavérunt testaméntum ejus super sacrifícia.

DE SIÓN, hermosura perfecta, Dios va a manifestarse.  V/. Congregad en su derredor a los fieles, que concertaron alianza con él por sus sacrificios.

 

ALELUYA Salmo 121, 1

ALLELÚJA, ALLELÚJA. V/. Lætátus sum in his, quæ dicta sunt mihi: in domum Dómini ibimus. Allelúja.

ALELUYA, ALELUYA. V/. Me he alegrado en lo que se me ha dicho: Vamos a la casa del Señor. Aleluya.

 

 

EVANGELIO Mateo 11, 2-10

Jesús se declara Mesías al referirse a Isaías 61, 1-3: «... para los pobres es la buena nueva». Y afirma a continuación: «Bienaventurados los que no encuentren en mí ocasión de escándalo.» No nos hagamos un Mesías, ni una religión según nuestras propias concepciones.

SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM MATTHǼUM.

In illo témpore: Cum audisset Joánnes in vinculis ópera Christi, mittens duos de discipulis suis, ait illi: «Tu es qui venturus es, an alium expectamus?»  Et respondens Jesus, ait illis: «Euntes renuntiate Joánni, quæ audistis, et vidistis. Cæci vident, claudi ambulant, leprosi mundantur, surdi audiunt, mortui resurgunt, pauperes evangelizantur: et beatus est, qui non fuerit scandalizatus in me.» Illis autem abeuntibus, cœpit Jesus dicere ad turbas de Joánne: «Quid existis in desertum videre? arúndinem vento agitátam? Sed quid existis videre? hominem mollibus vestitum? Ecce qui móllibus vestiúntur, in domibus regum sunt. Sed quid existis videre? prophetam? Etiam dico vobis, et plus quam prophetam. Hic est enim, de quo scriptum est: Ecce ego mitto Angelum meum ante fáciem tuam qui præparábit viam tuam ante te.»

Continuación del Santo Evangelio según San Mateo

En aquel tiempo: Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?». Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y los pobres son evangelizados. ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!». Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito: “Yo envío a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”.

Se dice Credo

 

OFERTORIO Salmo 87, 7-8

Se reconocerá en este  canto del ofertorio los llamamientos a la salvación y misericordia de Dios, que repite la Iglesia todos los días al terminar las oraciones al pie del altar, cuando comienza la misa.

DEUS, tu convérsus vivificábis nos, et plebs tua lætábitur in te: osténde nobis, Dómine, misericórdiam tuam, et salutáre tuum da nobis.

OH DIOS, si te vuelves a nosotros, nos darás vida, y tu pueblo se alegrará en ti; muéstranos, Señor, tu misericordia, y danos tu Salvador.

 

SECRETA

PLACÁRE, QUǼSUMUS, Dómine, humilitátis nostræ précibus et hóstiis: et ubi nulla súppetunt suffrágia meritórum, tuis nobis succúrre præsídiis. Per Dóminum nostrum Iesum Christum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus.

TE ROGAMOS, SEÑOR, te aplaques con nuestras humildes oraciones y ofrendas; y como no podemos alegar méritos de ningún valor, socórrenos con tu auxilio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios.

 

PREFACIO DE ADVIENTO

VERE DIGNUM et iustum est, aequum et salutare, nos tibi  semper et ubique gratias agere: Domine, sancte Pater, omnipotens aeterne Deus: per Christum Dominum nostrum; Quem perdito hominum generi Salvatorem misericors et fidelis promisisti: cuius veritas instrueret inscios, sanctitas iustificaret impios, virtus adiuvaret infirmos. Dum ergo prope est ut veniat quem missurus es, et dies affulget liberationis nostrae, in hac promissionum tuarum fide, piis gaudiis exultamus.  Et ideo cum Angelis  et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque  omni militia caelestis exercitus, hymnum gloriae tuae canimus,  sine fine dicentes:

Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar, Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios, por Jesucristo nuestro Señor; él es, Dios misericordioso y fiel, el Salvador que habías prometido al género humano perdido por  el pecado, para que la Verdad instruyese a los ignorantes, la Santidad justificara a los impíos, la Fortaleza ayudase a los débiles. Mientras está cerca aquel a quién tú nos envías, -ya  viene-, y el día de nuestra liberación ya brilla, llenos de confianza en tus promesas, nos llenamos de piadosos gozos.Y por eso, con los Ángeles y los Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, entonamos a tu gloria un himno, diciendo sin cesar:

 

O en su defecto, Prefacio de la Santísima Trinidad

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:

En verdad es digno y justo equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, .un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confesando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz.

 

COMUNIÓN Baruc 5, 5. 4, 36

JERÚSALEM SURGE, et sta in excélso, et vide jucunditátem, quæ vénit tibi a Deo tuo

LEVÁNTATE, JERUSALÉN, ponte en lo alto, y mira el regocijo que te viene de tu Dios.

 

POSCOMUNIÓN

REPLÉTI CIBO spirituális alimóniæ, súpplices te, Dómine, deprecamur: ut hujus participatióne mystérii, dóceas nos terréna despicere et amare cælestia. Per Dóminum nostrum Iesum Christum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

SACIADOS ya con el manjar espiritual, te suplicamos, Señor, que por la participación de este misterio nos enseñes a despreciar lo terreno, y amar lo celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

PARTITURAS Y GRABACIONES DE LOS PROPIOS
COMENTARIO CARD. SCHUSTER
SUGERENCIAS PARA LA HOMILÍA 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

 SERMÓN DE SAN ANTONIO DE PADUA

PREFACIO DE ADVIENTO

PARTITURAS DE LAS ORACIONES Y LECTURAS
GRABACIONES DE LA EPÍSTOLA Y EVANGELIO
  2nd Sunday of Advent - Epistle
  2nd Sunday of Advent - Gospel
 
I Y  II VÍSPERAS GREGORIANAS DEL II DOMINGO DE ADVIENTO

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