jueves, 23 de abril de 2020

24 de abril. San Fidel de Sigmaringa, mártir


24 de abril
San Fidel de Sigmaringa, mártir
III clase, rojo
Gloria y prefacio pascual
Nació en Alemania en 1577, en un hogar católico y noble. Fue un excelente abogado que defendió a los pobres. A los 35 años, dejó su profesión y se entregó a Dios entrando en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Fue un excelente predicador y un verdadero pastor para los más desfavorecidos. Llevó una vida observante de vigilias y oraciones. Fue enviado a predicar a la región suiza de Seewis. Un día, un grupo de protestantes le invitaron a que les predicara y, en medio de su predicación, la emprendieron a balazos con él. Logró escapar, pero fue alcanzado a las afueras del pueblo y le instaron a que se hiciera protestante. Se negó a ello y fue muerto a palos y con espadas. Sus últimas palabras fueron de perdón para sus asesinos. Murió el 24 de abril de 1622, a los 45 años. En 1729 fue beatificado por Benedicto XIII y Benedicto XIV lo canonizó en 1748. Es patrón de los abogados.

INTROITO Salmo 63, 3.2
Protexisti me, Deus, a convéntu malignántium, allelúja: a multitúdine operántium iniquitátem, allelúja, allelúja. V/.  Exáudi, Deus, oratiónem meam cum déprecor: a timóre inimíci éripe ánimam meam. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén
Me has librado, Señor, de la conspiración de los malvados, aleluya; de las maquinaciones de los que obran el mal, aleluya, aleluya. V/.  Escucha, Dios mío, mi oración cuando a ti clamo; libra mi alma
del temor al enemigo. V/.  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,  por los siglos de los siglos. Amén.

COLECTA
Deus, qui beátum Fidelem, seráphico spíritus ardore succénsum, in veræ fídei propagatióne martýrii palma et gloriósis miráculis decoráre dignátus es: ejus, quǽsumus, méritis et intercessióne, ita nos per grátiam tuam in fide et caritáte confírma; ut in serívtio tuo fidéles usque ad mortem inveníri mereámur. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
Oh Dios, que habiendo abrasado al glorioso san Fidel con el ardor de los serafines para que propagase la verdadera fe, te dignaste condecorarle con la palma del martirio y el esplendor de los milagros, os rogamos que, por sus merecimientos e intercesión, de tal suerte nos confirmes por tu gracia en la fe y la caridad, que merezcamos perseverar siempre fieles en tu servicio hasta la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

EPÍSTOLA  Sabiduría 5, 1-5
Léctio libri Sapiéntiæ.
Stabunt justi in magna constántia advérsus eos, qui se angustiavérunt, et qui abstulérunt labóres eórum. Vidéntes turbabúntur timóre horríbili, et mirabúntur in subitatióne, insperátæ salútis, dicéntes intra se, pœniténtiam agéntes, et præ angústia spíritus geméntes: Hi sunt, quos habúimus aliquándo in derísum, et in similitúdinem impropérii. Nos insensáti vitam illórum æstimabámus insániam, et finem illórum sine honóre: ecce quómodo computáti sunt inter fílios Dei, et inter sanctos sors illórum est.
Lectura del libro de la Sabiduría.
Estarán entonces los justos en pie con gran confianza en presencia de los que les afligieron y despreciaron sus trabajos. Al verles, quedarán estremecidos de terrible espanto, estupefactos por lo inesperado de su salvación. Se dirán mudando de parecer, gimiendo en la angustia de su espíritu: «Estos son aquellos a quienes hicimos entonces objeto de nuestras burlas, a quienes dirigíamos, insensatos, nuestros insultos. Locura nos pareció su vida y su muerte, una ignominia. Han  sido contado entre los hijos de Dios y tienen su herencia entre los santos.

ALELUYA PASCUAL. Salmo 88, 6. 20, 4.
En Pascua, omitido el gradual, se dice:
Allelúja, allelúja. V/.  Confitebúntur cœli mirabília tua, Dómine: étenim veritátem tuam in ecclésia sanctórum. Allelúja. V/.  Posuísti, Dómine, super caput ejus corónam de lápide pretióso. Allelúja.
Aleluya, aleluya. V/.  Los cielos, Señor, celebran tus maravillas y tu verdad la asamblea de los santos. Aleluya. V/.   Has puesto, Señor, sobre su cabeza una corona
de piedras preciosas. Aleluya.

EVANGELIO Juan 15, 1-7
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.
In illo tempore: Dixit Jesus discípulis suis: «Ego sum vitis vera: et Pater meus agrícola est. Omnem pálmitem in me non feréntem fructum, tollet eum: et omnem, qui fert fructum, purgábit eum, ut fructum plus áfferat. Jam vos mundi estis propter sermónem, quem locútus sum vobis. Manéte in me: et ego in vobis. Sicut palmes non potest ferre fructum a semetipso, nisi mánserit in vite: sic nec vos, nisi in me manséritis. Ego sum vitis, vos pálmites: qui manet in me, et ego in eo, hic fert fructum multum: quia sine me nihil potéstis fácere. Si quis in me non mánserit, mittétur foras sicut palmes, et aréscet, et cólligent eum, et in ignem mittent, et ardet. Si manséritis in me, et verba mea in vobis mánserint: quodcúmque voluéritis, petétis, et fiet vobis.»
Lectura del Santo Evangelio según san Juan.
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo sarmiento que en mí no lleve fruto, lo corta; y todo el que da fruto, lo poda para que dé fruto más copioso. Ya vosotros estáis limpios, gracias a la palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Como el sarmiento no puede de suyo producir fruto no estando adherido a la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; quien permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer. El que no permanece en mí, es echado fuera como sarmiento y se seca, y lo cogen y lo arrojan al fuego, y arde. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que queráis y lo conseguiréis.

OFERTORIO Salmo 88, 6
Confitebúntur cœli mirabília tua, Dómine, et veritátem tuam in ecclésia sanctórum, allelúja, allelúja.
Los cielos, Señor, celebran tus maravillas y tu lealtad la asamblea de los santos, aleluya, aleluya.

SECRETA
Munéribus nostris, quǽsumus, Dómine, precibúsque suscéptis: et cœléstibus nos munda mystériis, et cleménter exáudi.  Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
Recibidas, oh Señor, nuestras ofrendas y plegarias, concédenos la pureza de corazón por los misterios celestiales y escúchanos clemente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

PREFACIO PASCUAL
Vere dignum et justum est, aequum et salutare: Te quidem, Domine, omni tempore, sed in in hoc potissimum gloriosius praedicare, cum Pascha nostrum immolatus es Christus. Ipse enim verus es Agnus, qui abstulit peccata mundi. Qui mortem nostram moriendo destruxit, et vitam resurgendo reparavit. Et ideo cum Angelis et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque omni militia caelestis exercitus, hymnum gloriae tuae canimus, sine fine dicentes:
Verdaderamente es digno y justo, debido y saludable, que en todo tiempo, Señor, te alabemos; pero principalmente con mayor magnificencia en éste tiempo, en que Jesucristo inmolado es, nuestra Pascua. Porque Él es el verdadero Cordero que quita los pecados del mundo. El cual muriendo, destruyó nuestra muer te, y resucitando, reparó nuestra vida. Por esto, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, can tamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

COMUNIÓN Salmo 63, 11
Lætábitur justus in Dómino, et sperábit in eo: et laudabúntur omnes recti corde, allelúja, allelúja.
El justo pondrá su gozo y su confianza en el Señor; se alegrarán todos los rectos de corazón, aleluya, aleluya.

POSCOMUNIÓN
Da, quǽsumus, Dómine, Deus noster: ut, sicut tuórum commemoratióne Sanctórum temporáli gratulámur officio; ita perpétuo lætémur aspéctu.  Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
Te pedimos, Señor Dios nuestro: que así como nos alegramos en la tierra conmemorando el nacimiento de vuestros santos, así también nos regocijemos con él en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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