15 DE OCTUBRE
SANTA TERESA DE JESÚS, VIRGEN
«Propio
de España»
Nació
en Ávila en 1515, Dios la doto de talento, juicio y grandeza de alma
maravillosos. Su gran espíritu de mortificación, su deseo extraordinario de
sacrificio, su ardiente amor de Dios, sus gracias místicas, su mismo carácter
noble y generoso han hecho de la reformadora de la Orden del Carmelo, una
figura excelsa, para la cual la oración en la gran arma de conciliación entre
Dios y la humanidad pecadora. En medio de las vicisitudes y contrariedades de
su vida de fundadora y reformadora, escribió obras admirables de teología
mística, que aun en lo humano son obras maestras. Tiene además otro título de
gloria; el haber promovido el culto a San José que tuvo gracias a ella un gran
incremento. Murió en Alba de Tormes en 1582. 
INTROITO
3 Re 4, 29. Sal 97,1
DEDIT EI Dominus sapientiam et prudentiam multam
  nimis, et latitudinem cordis, quasi arenam, quae est in littore maris. V/.  Cantate Domino canticum novum:
  quia mirabilia fecit. V/. Glória Patri.  
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EL SEÑOR  le dio la sabiduría y mucha
  prudencia, y anchura de corazón como las arenas que están a la orilla del
  mar. V/.
  Cantad al Señor un cantico nuevo; pues ha obrado grandes maravillas. V/.
  Gloria al Padre. 
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COLECTA
EXAUDI NOS, Deus, salutaris noster: ut, sicut de beatae Teresiae Virginis
  tuae festivitate gaudemus; ita coelestis ejus doctrínae pabulo nutriamur, et
  piae devotionis erudiamur affectu. Per Dominum nostrum Iesum Christum. 
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ÓYENOS, Dios Salvador nuestro, para que así como nos regocijamos en la
  festividad de tu santa virgen Teresa, así también seamos alimentados con el
  sustento de su celestial doctrina e instruidos con el afecto de su piadosa
  devoción. Por  Nuestro Señor
  Jesucristo. 
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EPÍSTOLA Sab 7,7-14
LÉCTIO LIBRI SAPIÉNTIÆ. 
Optávi, et datus est mihi sensus: et invocávi, et venit in me spíritus
  sapiéntiæ: et præpósui illam regnis et sédibus, et divítias nihil esse duxi
  in comparatióne illíus: nec comparávi illi lápidem pretiósum: quóniam omne
  aurum in comparatióne illíus, aréna est exígua, et tamquam lutum æstimábitur
  argéntum in conspéctu illius. Super salútem et spéciem diléxi illam, et
  propósui pro luce habére illam: quóniam inextinguíbile est lumen illíus.
  Venérunt autem mihi ómnia bona páriter cum illa, et innumerábilis honéstas
  per manus illíus, et lætátus sum in ómnibus: quóniam antecedébat me ista
  sapiéntia et ignorábam quóniam horum ómnium mater est. Quam sine fictióne
  dídici, et sine invídia commúnico, et honestátem illíus non abscóndo.
  Infinítus enim thesáurus est homínibus quo qui usi sunt, partícipes facti
  sunt amicítiæ Dei, propter disciplínæ dona commendáti. 
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LECTURA DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA. 
Desee la ciencia y me fue concedida, e invoqué del Señor el espíritu de
  sabiduría y se me dio. Y la preferí  a
  los reinos y tronos, y en su comparación tuve por nada las riquezas; y no
  comparé con ella las piedras preciosas, porque todo el oro respecto de ella
  no es más que despreciable arena, y a su vista la plata será tenida por lodo.
  La amé más que la salud y la hermosura, y me propuse tenerla por luz y guía,
  porque su resplandor es inextinguible. Todos los bienes me vinieron
  juntamente con ella y he recibido por su medio innumerables riquezas. Y me
  gozaba en todas estas cosas, porque me guiaba la sabiduría; e ignoraba yo que
  ella fuese madre de todos estos bienes. La aprendí sin ficción y la comunico
  sin envidia; y no encubro su valor, pues es un tesoro infinito para los
  hombres, que a cuantos se han valido de él los ha hecho participes de la
  amistad de Dios y recomendables por los dones de la doctrina que enseñaron. 
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GRADUAL Sal 26, 6. 39, 3
DANTI mihi sapiéntiam dabo glóriam: zelata sum bonum et non confundar. V/. Coluctata
  est anima mea in illa, et in faciéndo eam confirmata sum. 
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GLORIFICARÉ al que me ha dado la sabiduría; tuve celo por el bien, y no
  me avergonzaré.   V/.  Por la sabiduría ha combatido mi
  alma, y me mantengo constante en practicarla. 
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ALELUYA Sal 118, 130
ALLELÚIA, ALLELÚIA. V/. Declaratio sermonum
  tuorum, Dómine, illúminat: et intellectum dat parvulis. Allelúia. 
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ALELUYA, ALELUYA. V/. La enseñanza de tu palabra, Señor,
  ilustra y da inteligencia a los pequeñuelos. Aleluya.  
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EVANGELIO Lc 11, 27-28
SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM MATTHǼUM. 
In illo témpore: Respóndens Jesus, dixit: «Confíteor tibi, Pater, Dómine
  cæli et terræ, quia abscondísti hæc a sapiéntibus et prudéntibus, et
  revelásti ea párvulis. Ita Pater: quóniam sic fuit plácitum ante te. Omnia
  mihi trádita sunt a Patre meo. Et nemo novit Fílium, nisi Pater: neque Patrem
  quis novit, nisi Fílius et cui volúerit Fílius reveláre. Veníte ad me omnes
  qui laborátis et oneráti estis, et ego refíciam vos. Tóllite jugum meum super
  vos, et díscite a me quia mitis sum, et húmilis corde: et inveniétis réquiem
  animábus vestris. Jugum enim meum suáve est, et onus meum leve.» 
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LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO. 
En aquel tiempo, exclamo Jesús diciendo: Yo te glorifico Padre, Señor de
  cielo y tierra, porque has tenido encubiertas estas cosas a los sabios y
  prudentes, y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, Padre: por haber sido de
  tu agrado que fuese así. Todas las cosas las ha puesto mi Padre en mis manos.
  Pero nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni conoce ninguno al Padre, sino el
  Hijo, y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo. Venid a mí todos los que
  andáis agobiados con trabajos y cargas, que yo os aliviaré. Tomad mi yugo
  sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
  hallareis el reposo para vuestras almas. Porque suave es mi yugo, y ligera mi
  carga. 
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OFERTORIO Jer 20,9
FACTUS EST in corde meo quasi ignis exaetuans,
  claususque in ossibus meis: et deféci, ferre non sústinens. 
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SE ENCENDIÓ en mi corazón como un fuego abrasador, y penetró en mis
  huesos, y desfallecí no pudiendo resistirlo. 
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SECRETA
MAIESTATI TUAE, quaesumus, Domine, beatae Teresiae precibus nostra sit
  accepta devotio: cui medullarum cordis eius ita placuit holocaustum. Per
  Dóminum nostrum Iesum Christum. 
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TE ROGAMOS, Señor, que por las preces de santa Teresa, nuestra devoción
  sea aceptada a tu divina Majestad, a la que mucho agrado el íntimo holocausto
  de su corazón. Por Nuestro Señor Jesucristo. 
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PREFACIO PROPIO DE SANTA TERESA
VERE DIGNUM et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque
  grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: per Christum
  Dóminum nostrum. Qui beátam Terésiam Sanctórum sciéntiam ac divínae caritátis
  ardóre muneráre: et Angeli visióne, igníto iáculo praecórdia eius transverbe
  iáculo praecórdia eius transverberántis veheméntius inflammáre: eamque sibi
  spiritáli connúbio sociátam, data déxtera, significáre dignátus est.  Quo caritátis incéndio dum beátae Terésiae
  vita consúmitur, spíritus eius colúmbae spécie égredi visus, sublímen
  caeléstis glóriae gradum conscéndit. Et ídeo cum Angelis et Archángelis, cum
  Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia caeléstis exércitus, hymnum
  glóriae tuae cánimus, sine fine dicéntes: 
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VERDADERAMENTE es digno y justo, es nuestro deber y nuestra salvación el
  darte gracias siempre y en todo lugar: Dios santo, Padre omnipotente y eterno
  Dios, por Cristo Señor nuestro; Que se dignó enriquecer a Santa Teresa con la
  ciencia de los Santos y con el ardor de la divina caridad e inflamar
  ardientemente su corazón con la visión del Ángel que lo traspasaba con dardo
  de fuego, y significar que dándole su mano la tomaba por espiritual esposa.
  Con cuyo incendio de divino amor, mientras extinguía la vida de Teresa, se
  vio su alma en forma de paloma volar al elevado trono de gloria celestial. Y
  por eso con los Ángeles, y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones, y con
  toda la milicia de las celestiales jerarquías te cantamos himnos de gloria,
  diciéndote sin cesar: 
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COMUNIÓN Sal 88,2
MISERICORDIAS Dómini in aetérnum cantabo. 
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CANTARÉ eternamente las misericordias del Señor.  
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POSCOMUNIÓN
SUBDITA TIBI familia, quam caelesti pane satiasti, quaesumus, Domine Deus
  noster: ut, beatae Teresiae intercessione et exemplo, misericordias tuas
  valeat in aetérnum cantare. Per eumdem Dominum nostrum Jesum Christum. 
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TE ROGAMOS, Señor nuestro, que tu pueblo fiel al que has alimentado con
  el pan celestial, por la intercesión y ejemplo de santa Teresa, pueda cantar
  eternamente tus misericordias. Por Nuestro Señor Jesucristo. 
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Prefacio Propio  Partitura del Prefacio
Sugerencias para la homilía
