sábado, 3 de julio de 2021

VI domingo después de Pentecostés / DOMINICA SEXTA POST PENTECOSTEN


DOMINICA SEXTA POST PENTECOSTEN
VI DOMINGO DESPUES DE PENTECOSTÉS
II clase, verde
Gloria, Credo y prefacio de la Santísima Trinidad

«EI Señor es la fortaleza de su pueblo.» Cántico magnifico de alegría y de varonil confianza, en que, una vez más, expresa el pueblo cristiano su confianza y su seguridad. El gradual, el aleluya y el ofertorio hacen eco a este hermoso cántico de entrada. La epístola y el evangelio ponen de nuevo ante nuestros ojos nuestra condición de bautizados: ¡Muertos al pecado por el bautismo, deberíamos vivir una vida nueva, en que no hubiese lugar alguno para el pecado; la vida de Cristo debe regular la nuestra y llevarla hacia Dios, sin ningún compromiso con la pasada esclavitud, de la que nos ha liberado. Mas sería irrealizable esta exigencia de santidad, e imposible de sostener nuestra marcha hacia Dios, Si, él no viniera en nuestra ayuda para comunicarnos la fuerza necesaria. Entre todos los socorros sobrenaturales que se nos prodigan y cuya acción bienhechora canta la misa de hoy, ocupa, el primer lugar, la eucaristía. La multiplicación de los panes, que la anunciaba, muestra el pan cotidiano de nuestra vida cristiana, el alimento sustancial que ha de sostener nuestras fuerzas para seguir a Cristo «sin desfallecer en el camino».
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Después de invocar el auxilio del Altísimo en el Introito, y de haber pedido el aumento de la virtud de religión en la Colecta, nos recuerdan la Epístola la dignidad de los que hemos sido bautizados. Cuantos hemos sido bautizados en Jesucristo, lo hemos sido con la representación de su muerte. Como si dijera: todos sus los que os gloriáis del nombre cristiano recibido en el Bautismo, reconoced que esta gracia la debéis a la muerte de Jesucristo. El Bautismo nos ha constituido miembros de Jesucristo.. ¿Puede darse mayor dignidad? Pero si somos miembros de Cristo hemos de vivir como vive Cristo, es decir, una vida santa, una vida pura, una vida exenta de todo pecado. Para vivir unidos con Cristo, recordemos que la Eucaristía es el alimento de nuestras almas. No basta oída la palabra divina, es necesario comer el  Pan del cielo, que es Cristo. Esto sin duda quiere señalarnos la iglesia al proponernos en el Evangelio el milagro de la multiplicación de los panes. Después que Cristo, instruyó a los pueblos que le seguían les dio el alimento nutritivo del pan. Así nosotros, después de haber escuchado las palabras del divino Maestro, acerquémonos al banquete eucarístico para que nuestras almas tengan virtud para practicar nuestros deberes de cristianos, de miembros de Jesucristo.

INTROITO Salmo 27, 8-9. 1
DÓMINUS FORTÍTUDO plebis suæ, et protéctor salutárium Christi suæ est: salvum fac populum tuum, Dómine, et bénedic hereditáti tuæ, et rege eos usque in sǽculum. V/. Ad te Dómine, clamábo, Deus meus, ne síleas a me: ne quando táceas a me, assimilábor descendéntibus in lacum. Glória Patri. Dóminus fortítudo.
EL SEÑOR es la fortaleza de su pueblo; es un castillo de salvación para su ungido. Salva, Señor, a tu pueblo, y bendice a tu heredad, y rígelos siempre.  V/. A ti, Señor, clamo; no te hagas sordo a mis ruegos, Dios mío. No calles, no sea que me asemeje a los que bajan al sepulcro V/. Gloria al Padre.

COLECTA
La acción de Dios acompaña al hombre en todos sus caminos y aumenta constantemente el bien que en él ha creado, y, una vez aumentado, le protege. He ahí la gran providencia divina, llena de vigilante bondad.
DEUS VIRTUTUM, cujus est totum quod est óptimum: ínsere pectóribus nostris amórem tui nóminis, et præsta in nobis religiónis augméntum; ut, quæ sunt bona, nútrias, ac pietátis stúdio, quæ sunt nutríta, custódias. Per Dóminum.
Oh Dios todopoderoso, de quien procede todo don perfecto; infunde en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que, haciendo más religiosa nuestra vida, aumentes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo.

EPÍSTOLA Romanos 6, 3-11
Al unirse los fieles a Cristo por medio del bautismo, se transforman en un ser nuevo que, bajo pena de repudio, debe conformar su vida a la de su cabeza.
LÉCTIO EPÍSTOLÆ BEÁTI PAULI APÓSTOLI AD ROMANOS.
Fratres: Quicúmque baptizáti sumus in Christo Jesu, in morte ipsíus baptizáti sumus. Consepúlti enim sumus cum illo per baptísmum in mortem: ut quómodo surréxit Christus a mórtuis per glóriam Patris, ita et nos in novitáte vitæ ambulémus. Si enim complantáti facti sumus similitúdini mortis ejus: simul et resurrectiónis érimus. Hoc sciéntes, quia vetus homo noster simul crucifíxus est: ut destruátur corpus peccáti, et ultra non serviámus peccato. Qui enim mórtuus est, justificátus est a peccato. Si autem mórtui sumus cum Christo: crédimus quia simul étiam vivémus cum Christo: scientes quod Christus resúrgens ex mórtuis, jam non móritur, mors illi ultra non dominábitur. Quod enim mórtuus est peccáto, mórtuus est semel: quod autem vivit, vivit Deo. Ita et vos existimáte, vos mórtuos quidem esse peccáto, viventes autem Deo, in Christo Jesu, Dómino nostro.

Lección de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos.

Hermanos: Cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, lo mismo que Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva. Pues si hemos sido incorporados a él en una muerte como la suya, lo seremos también en una resurrección como la suya; sabiendo que nuestro hombre viejo fue crucificado con Cristo, para que fuera destruido el cuerpo de pecado, y, de este modo, nosotros dejáramos de servir al pecado; porque quien muere ha quedado libre del pecado. Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque quien ha muerto, ha muerto al pecado de una vez para siempre; y quien vive, vive para Dios. Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor Nuestro.



GRADUAL Salmo 89, 13. 1
CONVÉRTERE, Dómine aliquántulum, et deprecáre super servos tuos. V/. Dómine refúgiam factus est nobis, a generatióne et progénie.
VUÉLVETE, Señor, un poco, y atiende a los ruegos de tus siervos. V/. Tú has sido, Señor, nuestro refugio de generación en generación,

ALELUYA Salmo 30, 2-3
ALLELÚJA, ALLELÚJA. V/. In te, Dómine, sperávi, non confúndar in ætérnum: in justítia tua libera me, et éripe me: inclína ad me aurem tuam, accélera, ut erípias me. Allelúja.
ALELUYA, ALELUYA. V/. En ti, Señor, busco amparo, no sea confundido para siempre. Líbrame por tu justicia, y sálvame; inclina a mí tu oído, corre a librarme. Aleluya.

EVANGELIO Marcos 8, 1-9
“Sostenido Elías por el alimento que le dio un ángel, caminó durante cuarenta días: más vosotros, si os alimenta Jesús, marcharéis hasta llegar a la patria que habitan los santos” San Ambrosio
SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM MARCUM.
In illo témpore: Cum turba multa esset cum Jesu, nec habérent quod manducárent, convocátis discípulis, ait illis: "Miséreor super turbam: quia ecce iam tríduo sústinent me, nec habent quod mandúcent: et si dimísero eos jeiúnos in domum suam, defícient in via: quidam enim ex eis de longe venérunt." Et respondérunt ei discípuli sui: "Unde illos póterit hic saturáre pánibus in solitúdine?" Et interrogávit eos: "Quot panes habétis?" Qui dixérunt: "Septem." Et præcépit turbæ discúmbere supra terram. Et accípiens septem panes, grátias agens fregit et dabat discípulis suis, ut appónerent, et apposuérunt turbæ. Et habébant piscículos paucos: et ipsos benedíxit, et jussit appóni. Et manducavérunt, et saturáti sunt, et sustulérunt quod superáverat de fragméntis, septem sportas. Erant autem qui manducáverunt, quasi quáttuor míllia: et dimisit eos.

Continuación del Santo Evangelio según San Marcos.

En aquel tiempo: Como de nuevo se había reunido mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y si los despido a sus casas en ayunas, van a desfallecer por el camino. Además, algunos han venido desde lejos». Le replicaron sus discípulos: «¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para saciar a tantos?». Él les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos contestaron: «Siete». Mandó que la gente se sentara en el suelo y tomando los siete panes, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces; y Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar saciada y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil y los despidió.


Se dice Credo

OFERTORIOSalm. 16.5-7
PÉRFICE GRESSUS meos in sémitas tuis, ut non moveántur vestígia mea: inclína aurem tuam, et exáudi verba mea: mirífica misericórdias tuas, qui salvos facis sperántes in te, Dómine.
AFIANZA MIS PASOS en tus sendas, para que no vacilen mis pies. Préstame atención y oye mis palabras; haz que brillen en mí tus misericordias, pues salvas a los que esperan en ti, Señor.

SECRETA
PROPITIÁRE, Dómine, supplicatiónibus nostris, et has pópuli tui oblatiónes benignus assúme: et ut nullíus sit írritum votum, nullíus vacua postulátio, præsta; ut, quod fidéliter pétimus, efficáciter consequámur. Per Dóminum.
MUÉSTRATE, Señor, propicio a nuestros ruegos, y acepta benigno estas ofrendas de tu pueblo; y para que ningún anhelo sea fallido y ninguna oración desatendida, haz que consigamos eficazmente lo que con fe pedimos. Por nuestro Señor.

PREFACIO
VERE DIGNUM et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:

 
EN VERDAD es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción, De suerte, que confe­sando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y  los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz.

COMUNIÓN Salmo 26.6
CIRCUÍBO, et immolábo in tabernáculo ejus hóstiam jubilatiónis: cantábo, et psalmum dicam Dómino.
RODEARÉ tu altar e inmolaré en tu santo templo víctimas de júbilo; cantaré y, entonaré un salmo al Señor.

POSCOMUNIÓN
REPLÉTI SUMUS, Dómine, munéribus tuis: tríbue, quǽsumus; ut eórum et mundémur efféctu, et muniámur auxílio. Per Dominum.
YA QUE hemos sido colmados de tus dones, haz, Señor, que quedemos limpios mediante su virtud y fortalecidos con su auxilio. Por nuestro Señor.

VI Domingo Después de Pentecostes. Guía de los fieles para la santa misa cantada. Kyrial Orbis Factor

VI Domingo Despues de Pentecostes. Propio y Ordinario de la santa misa

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