Respice
in me, et miserére mei, Dómine: quóniam únicus, et pauper sum ego: vide
humilitátem meam, et labórem meum: et dimítte ómnia peccáta mea, Deus
meus. V/. Ad te Dómine, levávi ánimam meam: Deus
meus, in te confído, non erubéscam. V/.
Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut
erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén
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Mírame,
Señor, y ten compasión de mí, porque estoy solo y soy pobre. Mira mi bajeza y
mis trabajos, y perdona todos mis pecados, Dios mío. V/. A ti, Señor, levanto mi alma. Dios mío, en
ti confío; no quede yo confuso. V/.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el
principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
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Protéctor
in te sperántium, Deus, sine quo nihil est válidum, nihil sanctum: multíplica
super nos misericórdiam tuam; ut, te rectóre, te duce, sic transeámus per
bona temporália, ut non amittámus ætérna. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui
Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula
saeculorum. Amen.
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Oh
Dios, protector de los que en ti
esperan, y sin el cual nada tiene valor, nada es santo; multiplica sobre
nosotros tu misericordia, para que, siendo tú nuestro pastor y nuestro guía, pasemos por los bienes
temporales de modo que no perdamos los eternos. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Léctio
Epístolæ beáti Petri Apóstoli.
Caríssimi: Humiliámini sub poténti manu Dei, ut vos exáltet in témpore visitatiónis: omnem sollicitúdinem vestram projiciéntes in eum, quóniam ipsi cura est de vobis. Sóbrii estóte, et vigiláte: quia adversárius vester diábolus tamquam leo rúgiens círcuit, quærens quem dévoret: cui resístite fortes in fide: sciéntes eámdem passiónum ei, quæ in mundo est, vestræ fraternitáti fieri. Deus autem omnis grátiæ, qui vocávit nos in ætérnam suam glóriam in Christo Jesu, módicum passos ipse perfíciet, confirmábit, solidabítque. Ipsi glória, et impérium in sǽcula sæculórum. Amen. |
Lección de la carta del Apóstol San Pedro Hermanos: Sed humildes bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce en su momento. Descargad en él todo vuestro agobio, porque él cuida de vosotros. Sed sobrios, velad. Vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar. Resistidle, firmes en la fe, sabiendo que vuestra comunidad fraternal en el mundo entero está pasando por los mismos sufrimientos. Y el Dios de toda gracia que os ha llamado a su gloria eterna en Cristo Jesús, después de sufrir un poco, él mismo os restablecerá, os afianzará, os robustecerá y os consolidará. Suyo es el poder por los siglos. Amén. |
Jacta
cogitátum tuum in Dómino: et ipse te enútriet. V/. Dum clamárem ad Dóminum,
exaudívit vocem meam ab his, qui appropínquant mihi.
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Pon
tu suerte en manos del Señor, y él te sustentará. V/. Yo
clamo a Dios; él es mi voz y me libra de los que marchan contra mí.
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Allelúja,
allelúja. V/. Deus judex
justus, fortis et pátiens, numquid iráscitur per singulos dies? Allelúja.
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Aleluya,
aleluya. V/. Dios es juez íntegro y lento para la
cólera. ¿Por ventura andará siempre airado?
Aleluya.
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Sequéntia
sancti Evangélii secúndum Lucam
In illo
témpore: Erant appropinquántes ad Jesum publicáni et peccatóres, ut audírent
illum. Et murmurábant pharisǽi et scribæ, dicéntes: «Quia hic peccatóres
récipit, et mandúcat cum illis.» Et ait ad illos parábolam istam, dicens:
«Quis ex vobis homo, qui habet centum oves: et si perdíderit unam ex illis,
nonne dimíttit nonagintanóvem in desérto, et vadit ad illam, quæ períerat,
donec invéniat eam? Et cum invénerit eam, inpónit in húmeros suos gaudens: et
véniens domum cónvocat amícos et vicínos, dicens illis: “Congratulámini mihi,
quia invéni ovem meam, quæ períerat”? Dico vobis quod ita gaudium erit in
cælo super uno peccatóre pæniténtiam agénte, quam super nonagintanóvem justis
qui non índigent pæniténtia. Aut quæ múlier habens drachmas decem, si
perdíderit drachmam unam, nonne accéndit lucérnam, et evérrit domum et quærit
diligénter, donec invéniat? Et cum invénerit cónvocat amícas et vicínas
dicens: “Congratulámini mihi, quia invéni drachmam quam perdíderam”? Ita dico
vobis: gáudium erit coram Angelis Dei super uno peccatóre pæniténtiam
agénte.»
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Continuación del Santo Evangelio según San Lucas. En aquel tiempo: Solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola: «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: “¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”. Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: “¡Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”. Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta». |
Sperent
in te omnes, qui novérunt nomen tuum, Dómine: quóniam non derelínquis
quæréntes te: psállite Dómino, qui hábitat in Sion: quóniam non est oblítus
oratiónem páuperum.
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Esperen
en ti cuantos conocen tu nombre, Señor, porque no abandonas a los que te
buscan: Cantad al Señor, que mora en Sión, porque no olvida la oración de
los pobres.
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Respice,
Dómine, múnera suplicántis Ecclésiæ: et salúti credéntium perpétua sanctificatióne
suménda concéde. Per Dominum Jesum Christum,
Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,
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Mira,
Señor, los dones de la Iglesia suplicante; y haz que los reciban los fieles
para su salud y perpetua santificación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
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Vere
dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias
ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito
Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus
singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua
gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine
differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque
Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte
adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac
Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:
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En
verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo
y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito
Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona; sino
en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de
tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia
ni distinción. De suerte, que confesando una verdadera y eterna Divinidad,
adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la
igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los
Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una
voz.
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Dico
vobis: gáudium est Angelis Dei super uno peccatóre pæniténtiam agénte.
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Yo
os digo que habrá gran alborozo entre los ángeles de Dios por un pecador que
haga penitencia.
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Sancta
tua nos, Dómine sumpta vivíficent: et misericórdiæ sempitérnæ prǽparent
expiátos. Per Dominum Jesum Christum,
Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per
omnia saecula saeculorum. Amen.
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Señor, que
tus santos misterios nos den vida, laven nuestras culpas, y nos vayan
disponiendo a recibir las eternas misericordias. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos. Amén.
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COMENTARIOS AL EVANGELIO
- HOMILÍA DE MAITINES LA FUENTE MISMA DE LA MISERICORDIA. San Gregorio
- EL SALVADOR SALE A NUESTRO ENCUENTRO. San Jerónimo
- LA PACIENCIA DEL PASTOR. San Buenaventura
- LA MISERICORDIA QUE USA DIOS CON LOS PECADORES. San Alfonso María de Ligorio
-
APARTAR A LOS NIÑOS DEL PECADO. San Juan Bautista de la Salle
- BENEDICTO XVI LA VERDADERA RELIGIÓN CONSISTE EN ENTRAR EN SINTONÍA CON ESTE CORAZÓN
LA MISERICORDIA DEL PASTOR. Homilía
HUMILLAOS BAJO LA MANO PODEROSA DE DIOS. Homilía
PARTITURAS DE LAS ORACIONES Y LECTURAS
Collect-Festívus | Collect-Solémnis | Epistle | Gospel-Antíquior | Gospel-Líbitum | Gospel-Evangélii | Postcomm-Festívus | Postcomm-Solémnis |
3rd Sunday after Pentecost - Epistle | ||
3rd Sunday after Pentecost - Gospel |