IV DOMINGO DESPUES DE EPIFANÍA
II clase, verde
Gloria, Credo y prefacio de la Trinidad
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!... Levantóse entonces Jesús e imperó al viento y al mar, y siguió una gran bonanza.»
Mientras el evangelio manifiesta la divinidad de Jesús y reclama de nuestra parte una fe cada vez mayor en su divino poder, las oraciones subrayan nuestra humana debilidad. Imploran la ayuda necesaria para continuar siendo lo que debemos ser, para sostener nuestra vida sobrenatural y purificarnos del pecado. Desde la barca de los apóstoles, Jesús, con un gesto soberano, calma las olas enfurecidas; su presencia en nuestra vida trae la calma y la seguridad.
La epístola continúa exponiendo las enseñanzas de san Pablo sobre los deberes del cristiano. Con respecto al prójimo, se resumen en la caridad. Nunca amaremos verdaderamente a los demás si no observamos las disposiciones que regulan nuestras relaciones con ellos. Amar al prójimo es cumplir toda la ley. Jesús calma la tempestad... Que no tenga que reprocharnos, como a sus discípulos, de ser ¡Hombres de poca fe!
INTROITO Salmo 96, 7-8. 1
Adoráte Deum omnes Angeli ejus: audívit, et lætáta est Sion: et exsultavérunt fíliæ Judæ. V/. Dóminus regnávit, exsúltet terra: læténtur ínsulæ multæ. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén |
Adorad a Dios, todos sus Ángeles: lo oyó y se alborozó Sión, y se regocijaron las hijas de Judá. V/. El Señor reina, exulte la tierra: llénense de júbilo todas las islas. V/. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. |
COLECTA
Deus, qui in tantis perículis constitútos, pro humána scis fragilitáte non posse subsístere: da nobis salútem mentis et córporis; ut ea, quæ pro peccátis nostris pátimur, te adjuvánte vincámus. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen. |
Oh Dios, que conoces nuestra fragilidad y sabes que no podemos resistir entre tantos peligros como nos cercan; concédenos la salud de alma y cuerpo, para que venzamos, con tu asistencia, los males que padecemos por nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. |
EPÍSTOLA Romanos 13, 8-10
Léctio Epistolæ beáti Pauli Apóstoli ad Romanos. Fratres: Némini quidquam debeátis, nisi ut invicem diligátis: qui enim díligit próximum, legem implévit. Nam: non adulterábis: Non occídes: Non furáberis: Non falsum testimónium dices: Non concupísces: et si quod est aliud mandátum in hoc verbo instaurátur: Díliges próximum tuum sicut teípsum. Diléctio próximum malum non operátur. Plenitúdo ergo legis est diléctio. |
Lección de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos Hermanos: A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De hecho, el no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás, y cualquiera de los otros mandamientos, se resume en esto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal a su prójimo; por eso la plenitud de la ley es el amor. |
GRADUAL Salmo 101, 16-17
Timébunt gentes nomen tuum, Dómine, et omnes reges terræ glóriam tuam. V/. Quóniam ædificávit Dóminus Sion, et vidébitur in majestáte sua. |
Temerán las naciones tu nombre, oh Señor y todos los reyes de la tierra tu gloria. V/. Porque el Señor edificó Sión, y allí será visto en su majestad. |
ALELUYA Salmo 96, 1
Allelúja, allelúja. V/. Dóminus regnávit, exsúltet terra: læténtur ínsulæ multæ. Allelúja. |
Aleluya, aleluya. V/. El Señor reina, se regocija la tierra: llénense de júbilo todas las islas. Aleluya. |
EVANGELIO Mateo 8, 23-27
Sequéntia sancti Evangélii secúundum Matthæum. In illo tempore: Ascendénte Jesu in navículam, secúti sunt eum discípuli ejus: et ecce motus magnus factus est in mari, ita ut navícula operirétur flúctibus, ipse vero dormiébat. Et accessérunt ad eum discípuli ejus, et suscitavérunt eum, dicéntes: "Dómine, salva nos, perímus!" Et dicit eis Jesus: "Quid tímidi estis, módicæ fidei?" Tunc surgens, imperávit ventis et mari, et facta est tranquíllitas magna. Porro hómines miráti sunt, dicéntes: "Qualis est hic, quia venti et mare obédiunt ei?" |
Continuación del Santo Evangelio según San Mateo En aquel tiempo: Subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron. En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!». Él les dice: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?». Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?». |
Se dice Credo
OFERTORIO Salmo 117, 16-17
Déxtera Dómini fecit virtútem, déxtera Dómini exaltávit me: non móriar, se vivam, et narrábo ópera Dómini. |
La diestra del Señor ha hecho maravillas: la diestra del Señor me ha ensalzado; ya no moriré, sino que viviré y publicaré las obras del Señor. |
SECRETA
Concede, quǽsumus, omnípotens Deus: ut hujus sacrifícii munus oblátum, fragilitátem nostram ab omni malo purget semper, et múniat. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, |
Oh Dios omnipotente, te rogamos nos concedas que el don de este sacrificio que te presentamos, nos purifique siempre de toda mancha y proteja nuestra debilidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios |
PREFACIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes: |
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confesando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz. |
COMUNIÓN Lucas 4, 22
Mirabántur omnes de his, quæ procedébant de ore Dei. |
Se maravillaban todos de las palabras que salían de la boca de Dios. |
POSCOMUNIÓN
Munera tua nos, Deus, a delectatiónibus terrénis expédiant: et cæléstibus semper instáurent aliméntis. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen. |
Tus dones, Señor, nos despeguen de los placeres terrenos, y nos refuercen siempre con el manjar divino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. |
IV Domingo Después de Epifanía. Leccionario 1962
IV Domingo Después de Epifanía. Propio y Ordinario de la santa misa rezada
COMENTARIOS AL EVANGELIO
IV Domingo Despues de Epifa... by IGLESIA DEL SALVADOR DE TOL...