miércoles, 11 de enero de 2023

MISSA PRO DEFUNCTO SUMMO PONTIFICE

 


MISSA

PRO DEFUNCTO SUMMO PONTIFICE

Esta misa es la I del día 2 de noviembre con las oraciones propias por el Papa. En la absolución se añade la dignidad a la oración común.

I clase, negro

La liturgia exequial de la Iglesia pone de manifiesto la verdad acerca del Purgatorio y el deber de orar por aquellos que esperan en los sufrimientos purificadores del purgatorio el día en que podrán reunirse con la asamblea de los santos. Nunca como ahora se afirma en la liturgia de una manera tan impresionante la unidad misteriosa que existe entre la Iglesia triunfante y la Iglesia militante y la Iglesia purgante; y nunca tampoco se cumple de una manera tan palpable el doble deber de caridad y de justicia, que se deduce para cada uno de los cristianos de su incorporación al cuerpo místico de Cristo. En virtud del dogma tan consolador de la Comunión de los santos, pueden aplicarse a los unos los méritos y sufrimientos de los otros por la oración de la Iglesia, quien, mediante la santa misa, las indulgencias, las limosnas y los sacrificios de sus hijos, ofrece a Dios los méritos sobrenaturales de Cristo y de sus miembros.

La celebración de la santa misa, sacrificio del calvario renovado en nuestros altares, ha sido siempre para la Iglesia el medio principal de cumplir con respecto a los difuntos la gran ley de la caridad cristiana. Todos los días, en el corazón mismo del Canon de la misa, en un memento especial en que se evoca el recuerdo de los que han dormido en el Señor, suplica a Dios el sacerdote conceda a los difuntos la mansión de la felicidad, de la luz y de la paz. No hay, pues, misa alguna en que no ore por ellos la Iglesia.

La ayuda a las almas del Purgatorio no es sólo posible y altamente recomendable, sino que es además obligatoria para todos los cristianos. Lo exige así la caridad; y a veces también la piedad y la justicia.

Ofrezcamos el santo sacrificio de la misa por el alma del Santo Padre junto con las limosnas, oraciones y buenas obras, movidos por la caridad hacia su persona, como también la piedad de hijos fieles de la Iglesia Romana, como el sentido de justicia ante aquel que recibió la misión de ser pastor de la Iglesia Universal.

INTROITO Esdras 2, 34-35. Salmo 64,2-3.

Réquiem ætérnam dona eis Dómine: et lux perpétua lúceat eis. V/. Te decet hymnus Deus in Sion, et tibi reddétur votum in Jerúsalem: exudi oratiónem meam ad te omnis caro véniet. V/. Réquiem.

Dales, Señor, el descanso eterno y la luz perpetua brille para ellos. V/. Para Ti, oh Dios se canta un himno en Sion y para Ti entregan ofrendas en Jerusalén; escucha mi oración, a ti vendrá todo lo que está vivo. V/. Dales

 

COLECTA

DEUS, qui inter summos Sacerdótes fámulum tuum N., ineffábili tua dispositióne connumerári voluísti: praesta, quaésumus; ut, qui Unigéniti Fílii tui vices in terris gerébat, sanctórum tuórum Pontíficum consórtio perpétuo aggregétur. Per Dominum nostrum Iesum Christum, Filium tuum, Qui tecum vivit et regnat in unitate Spritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amén.

Oh Dios, que por una inefable disposición tuya, quisiste contar entre los Sumos Sacerdotes a tu siervo N., concede propicio, que el que en la tierra hizo las veces de tu Unigénito Hijo, sea agregado a la eterna sociedad de tus sumos pontífices. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo  y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

 

EPÍSTOLA 1 Corintios 15, 51-57

Léctio epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Corínthios.

Fratres: Ecce mystérium vobis dico: Omnes quidem resurgémus, sed non omnes immutábimur, In moménto, in ictu óculi, in novíssima tuba, et mórtui resúrgent incorrúpti: et nos immutábimur. Oppórtet enim corruptíbile hoc indúere incorruptiónem: et mortále hoc indúere immortalitátem. Cum autem mortále hoc indúerit immortalitátem tunc fiet sermo, qui scriptus est: «Absórpta est mors in victória tua. Ubi est, mors, victória tua? Ubi est, mors, stímulus tuus?» Stímulus autem mortis peccátum est: virtus vero peccáti lex. Deo autem grátias, qui dedit nobis victóriam per Dóminum nostrum Jesum Christum.

Lección de la carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 

Hermanos: Mirad, os voy a declarar un misterio: No todos moriremos, pero todos seremos transformados. En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la última trompeta; porque sonará, y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es preciso que esto que es corruptible se vista de incorrupción, y que esto que es mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?». El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley. ¡Gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!

 

GRADUAL 4 Esdras 2, 34-35. Salmo 111, 7

Réquiem ætérnam dona eis Dómine: et lux perpétua lúceat eis. V/. In memória ætérna erit justus: ab auditióne mala non timébit.

Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz perpetua. V/. La memoria del justo será eterna y no temerá un renombre funesto.

 

 

TRACTO

Absolve, Dómine ánimas ómnium fidélium defunctórum ab omni vínculo delictórum. V/.  Et grátia tua illis succurrénte, mereántur evádere judícium ultiónis. V/. Et lucis ætérnæ beatitúdine pérfrui.

Absuelve, Señor, las almas de los fieles difuntos de los lazos de sus pecados. V/.  Ayúdales tu gracia para que puedan escapar a la sentencia de condenación V/. Y gozar eternamente la dicha de vivir en tu luz.

 

SECUENCIA

Este himno latino del siglo XIII fue compuesto por el amigo de san Francisco de Asís: Tomás de Celano (1200-1260). Describe el día del juicio, con la última trompeta llamando a los muertos ante el trono divino, y en el que el alma suplica la misericordia divina recordando al Señor su pasión redentora y su benevolencia con los pecadores.

Dies Iræ, dies illa,

        Solvet sæclum in favílla:

        Teste David cum Sibylla.

Quantus tremor est futúrus,

        Quando judex est ventúrus,

        Cuncta stricte discussúrus!

Tuba mirum spargens sonum

        Per sepúlcra regiónum,

        Coget omnes ante thronum.

Mors stupébit et natúra,

        Cum resúrget creatúra,

        Judicánti responsúra.

Liber scriptus proferétur,

        In quo totum continétur,

        Unde mundus judicetúr.

Judex ergo cum sedébit

        Quid quid latet apparébit:

        Nil inúltum remanébit.

Quid sum miser tunc dictúrus?

        Quem patrónem rogatúrus,

        Cum vix justus sit secúrus?

Rex treméndæ majestátis,

        Qui salvándos salvas gratis

        Salva me, fons pietátis.

Recordáre Jesu pie,

        Quod sum causa tuæ viæ:

        Ne me perdas ill die.

Quærens me, sedisti lassus:

        Redemísti crucem passus:

        Tantus labor non sit cassus

Juste judex ultiónis,

        Donum fac remissiónis

        Ante diem ratiónis.

Ingemisco, tamquam reus:

        Culpa rubet vultus meus:

        Supplicánti parce, Deus.

Qui Maríam absolvísti

        Et latrónem exaudísti,

        Mihi quoque spem dedísti.

Preces meæ non sunt dignæ:

        Sed tu bonus fac benígne,

        Ne perénni cremer igne.

Inter oves locum praesta,

        Et ab haedis me sequéstra,

        Státuens in parte dextra.

Confutátus maledíctis,

        Flammis ácribus addíctis.

        Voca me cum benedíctis.

Oro supplex et acclínis,

        Cor contrítum quasi cinis

        Gere curam mei finis.

Lacrimósa dies illa,

        Qui resúrget ex favílla

        Judicándus homo reus:

Huic ergo parce Deus:

        Pie Jesu Dómine,

        Dona eis réquiem. Amen

Oh día de ira aquel en que el mundo se disolverá, como lo atestiguan David  y Sibila!

2.      Cuán grande será el terror  cuando el juez venga  a juzgarlo todo con  rigor.

3.      La trompeta, al esparcir su atronador sonido por la región de los  sepulcros, reunirá a  todos ante el trono.

4.      La muerte se asombrará, y la naturaleza, cuando resucite lo creado, responderá ante el Juez.

5.      Se abrirá el libro en el que está escrito todo aquello por lo que el mundo será juzgado.

6.      Entonces el Juez tomará asiento. Cuanto estaba oculto será revelado, nada quedará oculto.

7.      ¿Qué diré yo, miserable? ¿A qué abogado acudiré cuando aun el justo apenas está seguro?

8.      ¡Oh Rey de  terrible majestad, que a los que salvas, salvas gratis! ¡Sálvame, fuente de piedad!

9.      Acuérdate, piadoso  Jesús, de que por mí has venido al mundo; No me  pierdas en aquel día.

10.  Al buscarme, te sentaste fatigado, me redimiste padeciendo en la cruz. ¡Qué no se pierda tanto trabajo!

11.  Oh justo juez de las venganzas,  concédeme el perdón en el día en que pidas cuentas.

12.  Gimo como reo, la culpa ruboriza mi cara. Perdona, Señor a quien te lo suplica.

13.  Tú que perdonaste a María (Magdalena), y escuchaste al ladrón y a mí mismo me diste la esperanza.

14.  Mis plegarias no son dignas; pero Tú, buen Señor, muéstrate benigno, para que yo no arda en el  fuego.

15.  Dame un lugar entre tus ovejas y apártame del infierno, colocándome a tu diestra.

16.  Arrojados los malditos a las terribles llamas, convócame con tus elegidos.

17.  Te ruego, suplicante y anonadado, con el corazón contrito como el polvo, que me cuides en mi hora final.

18.  ¡Oh día de lágrimas, aquel en el que resurgirá del polvo el hombre para ser juzgado como reo!

19.  A él/ella perdónale oh Dios. Piadoso Señor Jesús: dales el descanso eterno. Amén

 

EVANGELIO Juan 5, 25-29

Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.

In illo témpore: Dixit Jesus turbis Judæórum: «Amen, amen dico vobis, quia venit hora, et nunc est, quando mórtui áudient vocem Fílii Dei: et qui audíerint, vivent. Sicut enim Pater habet vitam in semetípso: sic dedit et Fílio habére vitam in semetípso: et potestátem dedit et ei judícium fácere, quia Fílius hóminis est. Nolíte mirári hoc, quia venit hora, in qua omnes, qui in monuméntis sunt, áudient vocem Fílii Dei: et procédent, qui bona fecérunt, in resurrectiónem vitæ: qui vero mala egérunt, in resurrectiónem judícii.»

Continuación del santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo: Dijo Jesús a las turbas de los judíos: En verdad, en verdad os digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda esto, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.

 

OFERTORIO

Dómine Jesu Christe, Rex glóriæ, líbera ánimas ómnium fidélium defunctórum de pœnis inférni et de profúndo lacu: líbera eas de ore leónis, ne absórbeat eas tártarus, ne cadant in obscúrum: sed sígnifer sanctus Míchaël repræséntet eas in lucem sanctam: * Quam olim Abrahæ promisísti, et sémini ejus. V/.  Hóstias et preces tibi, Dómine laudis offérimus: tu súscipe pro animábis illis, quarum hódie memóriam fácimus: fac eas, Dómine, de morte transíre ad vitam: *  Quam olim Abrahæ promisísti, et sémini ejus.

Señor, Jesucristo, Rey de gloria, liberad las almas de los fieles difuntos de las llamas del Infierno y del Abismo sin fondo: liberadlos de la boca del león para que el abismo horrible no los engulla y no caigan en los lazos de las tinieblas. 'Que san Miguel, portador del estandarte, los introduzca en la santa luz; * Como le prometiste a Abrahán y a su descendencia. V/.  Súplicas y alabanzas, Señor, te ofrecemos en sacrificio. Acéptalas en nombre de las almas en cuya memoria hoy las hacemos. Hazlas pasar, Señor, de la muerte a la vida, * Como antaño prometiste a Abraham y a su descendencia''.

 

SECRETA

SÚSCIPE, Dómine, quaésumus, pro ánima fámuli tui N., Summi Pontíficis, quas offérimus, hóstias: ut, cui in hoc saéculo pontificále donásti méritum, in caelésti regno Sanctórum tuórum júbeas jungi consórtio. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,

Recibe, Señor, estas hostias que te ofrecemos por el alma de tu siervo N., Sumo Pontífice, a fin de que aquel que honraste en este mundo con la dignidad pontifical, pase a gozar de la compañía de tus santos en el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios

 

PREFACIO DE DIFUNTOS

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: In quo nobis spes beátæ resurrectiónis effúlsit, ut quos contrístat certa moriéndi condítio, eósdem consolétur futúræ immortalitátis promíssio. Tuis enim fidélibus, Dómine, vita mutátur, non tóllitur, et, dissolúta terréstris hujus incolátus domo, ætérna in cælis habitátio comparátur. Et ídeo cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia cæléstis exércitus, hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. En él brilla la esperanza de nuestra feliz resurrección; y así, aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad. Porque la vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo. Por eso, con los ángeles y arcángeles, con los tronos y dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

 

COMUNIÓN

Lux ætérna lúceat eis, Dómine: * Cum Sanctis tuis in ætérnum: quia pius es. V/.  Réquiem ætérnam dona eis Dómine: et lux perpétua lúceat eis. * Cum Sanctis tuis in ætérnum: quia pius es.

Brille, Señor, para ellos la luz eterna * Con tus santos para siempre, porque eres piadoso. V/. Dales Señor el descanso eternos y brille para ellos la luz perpetua; * Con tus santos para siempre porque eres piadoso.

 

 

POSCOMUNIÓN

PROSIT, quaésumus, Dómine, ánimae fámuli tui N., Summi Pontíficis, misericórdiae tuae imploráta cleméntia: ut ejus, in quo sperávit et crédidit, aetérnum cápiat, te miseránte, consórtium. Per Dominum nostrum Iesum Christum, Filium tuum, Qui tecum vivit et regnat in unitate Spritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amén.

TE rogamos, Señor, la clemencia implorada de tu misericordia al alma de tu siervo N. Sumo Pontífice, para que, con tu conmiseración, alcancen el eterno descanso de aquel en quien esperaron y creyeron. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo  y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

 

ABSOLUCIÓN

Tras el canto del responso, el sacerdote invita a la oración a los fieles por el eterno descanso de los difuntos. La aspersión del agua bendita y la incensación recuerda la santidad del cuerpo del difunto que por el bautismo fue templo del Espíritu Santo y está llamado a la Resurrección. Cuando el funeral no es de cuerpo presente, se utiliza el túmulo que simula y recuerda el cuerpo ausente.

LIBERA ME, Domine, de morte æterna, in die illa tremenda. * Quando coeli movendi sunt et terra. ∫ Dum veneris judicare sæculum per ignem. .Tremens factus sum ego et timeo, dum discussio  venerit atque ventura ira. * Quando coeli movendi sunt et terra. .Dies iræ, dies illa, calamitatis et miseriæ, dies magna et amara valde. ∫ Dum veneris judicare sæculum per ignem.  . Requiem æternam dona eis, Domine: et lux perpetua luceat eis.

LÍBRAME, Señor, de la muerte eterna, en aquel tremendo día, * cuando tiemblen los cielos y la tierra.  Cuando vengas a juzgar al mundo con el fuego. . Temblando estoy y temo, mientras llega el juicio y la ira venidera. Cuando vengas a juzgar al mundo con el fuego.  . Día aquel, día de ira, de calamidad y miseria, día grande y amargo. Cuando vengas a juzgar al mundo con el fuego.  . Dales, Señor, el descanso eterno, y brille ante sus ojos la luz perpetua.

Se repite desde el principio hasta Tremens.

Kyrie, eleison. Christe, eleison. Kyrie, eleison. 

Pater noster.

Señor, ten piedad, Cristo, ten piedad, Señor, ten piedad.

Padre nuestro.

Y se sigue en silencio, mientras el sacerdote inciensa y asperga con agua bendita el féretro o el túmulo.

qui es in coelis; sanctificetur nomen tuum; adveniat regnum tuum: fiat voluntas tua sicut in coelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie; et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.

que estás en los cielos. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; y perdónanos  nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.

 

V/.Et ne nos inducas in tentacionem.

R/. Sed líberanos a malo.

V/. A porta inferi.

R/. Érue, Dómine, ánimam eius.

V/. Requiescat in pace.

R/. Amén.

V/. Dómine exaudi orationem meam.

R/. Et clamor meus ad te veniat.

V/. Dominus vobiscum.

R/. Et cum spíritu tuo.

OREMUS. Absólve, quæsumus, Dó-mine, ánimam fámuli tui N.,  Summi Pontíficis, ab omni vínculo delictórum: ut, in resurrectiónis gloria, inter Sanctos et eléctos tuos resuscitátus respíret.  Per Christum Dominum nostrum.

R.  Amen.

V/. Requiem aeternam dona ei Dómine.

R/. Et lux perpetua luceat ei.

V/. Requiescat in pace.

R/. Amen.

V/. Anima eius et animae ómnium fidelium defunctorum per misericordiam Dei requiecant in pace.

R/. Amen.

V. Nos dejes caer en la tentación.

R/. Y líbranos del mal.

V/.  De las penas del infierno.

R/. Libra, Señor, su alma.

 

V. Descanse en paz.

R. Amén.

V. Señor, escucha mi oración.

R. Y llegue a ti mi clamor.

V. El Señor esté con vosotros.

R. Y con tu espíritu.

OREMUS: Te rogamos, Señor, que absuelvas el alma de tu siervo N., Sumo Pontífice, de todo vínculo de pecado, para que viva en la gloria de la resurrección, entre tus santos y elegidos. Por  Jesucristo nuestro Señor.

 

R. Amén. 

V. Concédele, Señor, el descanso eterno.

R. Y brille para él  la luz eterna.

V. Descanse en paz.

R. Amén.

V. Su alma y las de todos los fieles difuntos descansen en paz, por la misericordia del Señor. R. Amén.


 

MISSA PRO DEFUNCTO SUMMO PONTIFICE. Propio y ordinario de la santa misa rezada

MISSA PRO DEFUNCTO SUMMO PONTIFICE. Guía de los fieles para la santa misa cantada o solemne.

 PARTITURAS DE LAS ORACIONES Y LECCIONES

Collect-Feriális


Epistle

Gospel-Evangélii

Postcomm-Feriális


Canto del Prefacio de Difuntos. Praefacio defunctorum

Canto del Pater noster. tonus ferialis

COMENTARIOS AL EVANGELIO
EL SEPELIO Y LAS ORACIONES COMO TESTIMONIO DE FE
LA RESURRECCIÓN DE LOS CUERPOS. San Agustín
CUANTO MÁS DIFERÍS DEJAR EL PECADO, EN MAYOR IMPOSIBILIDAD OS PONÉIS DE SALIR DE ÉL. San Juan María Vianney
 DEL SEPULCRO TE LIBRA CRISTO. San Ambrosio
 ROGAR POR LOS DIFUNTOS. San Juan Bautista de la Salle
 ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS Oración de san Gregorio de Nacianzo, obispo
EL BIEN Y EL MAL QUE CADA UNO REALIZA TAMBIÉN AFECTA SIEMPRE A LOS DEMÁS. Benedicto XVI

IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO – ESPAÑA-

 

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