Se dice este prefacio desde la Ascension hasta la Vigilia de Pentecostés en el día de la fiesta y en todas las misas del tiempo y aquellas que carezcan de prefacio propio.
PREFACIO DE LA ASCENSIÓN
Vere
dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias
ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: per Christum, Dóminum
nostrum. Qui post resurrectiónem suam ómnibus discípulis suis maniféstus
appáruit, et, ipsis cernéntibus, est elevátus in cælum, ut nos divinitátis
suæ tribúeret esse partícipes. Et ídeo cum Angelis et Archángelis, cum
Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia cæléstis exércitus, hymnum
glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:
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Realmente
es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, siempre y
en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo
nuestro Señor: Que después de su resurrección se apareció visiblemente a
todos sus discípulos y, ante sus ojos, fue elevado al cielo para hacernos
compartir su divinidad. Por eso con los Ángeles y Arcángeles y con todos los
coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: |
PREFACIO FERIAL
PREFACIO SOLEMNE
PREFACIO EN TONO SOLEMNÍSIMO