MIÉRCOLES DE
LAS TÉMPORAS DE PENTECOSTÉS
Estación en Santa María la
Mayor
La venida del
espíritu Santo ha traído al mundo el renacimiento y la reforma espiritual.
INTROITO
Salmo 67, 8 y 9
DEUS, dum egrederéris coram pópuo tuo, iter fáciens
eis, hábitans in illis, allelúja: terra mota est cæli distillavérunt,
allelúja, allelúja. V/. Exsúrgat Deus, et
dissipéntur inimíci ejus: et fúgiant, qui odérunt eum, a fácie ejus. V/. Glória Patri.
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OH DIOS, cuando salías a la cabeza de tu pueblo, mostrándoles
el camino y habitando con ellos, aleluya, la tierra se conmovió y destilaron
los cielos, aleluya, aleluya. V/. Levántese
Dios, queden desbaratados sus enemigos y huyan lejos de él los que le odian. V/. Gloria al Padre…
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Después de los Kyries se dice Oremus, pero
sin decir Flectámus génua.
ORACIÓN
MENTES nostras, quǽsumus, Dómine, Paráclitus, qui a
te procédit, illúminet: et indúcat in omnem, sicut tuus promísit Fílius,
veritátem: Qui tecum vivit et regnat in unitate ejúsdem Spritus Sancti Deus,
per omnia saecula saeculorum. Amén.
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TE ROGAMOS, Señor, que ilumine nuestras almas el
Espíritu Santo, que de ti procede, y nos haga conocer toda la verdad, como
nos lo prometió tu Hijo: El que vive y reina contigo en la unidad del mismo Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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LECCIÓN Hechos de los Apóstoles 2, 14-21
LÉCTIO ACTUUM APOSTOLÓ-RUM.
In diébus illis: Stans Petrus cum úndecim, levávit
vocem suam, et locútus est eis: «Viri Judǽi, et qui habitátis Jerúsalem
univérsi, hoc vobis notum sit, et áuribus percípte verba mea. Non enim, sicut
vos æstimátis, hi ébrii sunt, cum sit hora diéi tértia: sed hoc est quod
dictum est per prophétam Joél: “Et erit in novíssimis diébus (dicit Dóminus)
effúndam de Spíritu meo super omnem carnem, in prophetábunt fílii vestri et
fíliæ vestræ et júvenes vestri visiónes vidébunt et senióres vestri sómnia
somniábunt. Et quidem super servos meos, et super ancíllas meas in diébus
iilis effúndam de Spíritu meo, et prophetábunt: et dabo prodígia in cælo
sursum, et signa in terra deórsum ságnuinem, et ignem, et vapórem fumi. Sol
convertétur in ténebras, et luna in sanguinem, ántequam véniat dies Dómini
magnus et maniféstus. Et erit: omnis quicúmque invocáverit nomen Dómini,
salves erit.”»
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LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES.
En aquellos días, Pedro, presentándose con los Once,
levantó la voz y les dijo: «Judíos y todos los que vivís en Jerusalén: Que os
quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras: Éstos no están
borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día, sino que
es lo que dijo el profeta: Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré
mi Espíritu sobre todo mortal y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;
vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños. Y también
sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. Haré prodigios
arriba en el cielo y signos abajo en la tierra. El sol se convertirá en
tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor.
Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
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ALELUYA
Salmo 32, 6
ALLELÚJA, ALLELÚJA. V/. Verbo
Dómini Cæli firmáti sunt, et spíritu oris ejus omnis virtus eórum.
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ALELUYA, ALELUYA. V/. Por la palabra del Señor
fueron hechos los cielos, y el concierto de sus astros por el soplo de su
boca.
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Se dice ahora el Gloria y después el Dominus
Vobiscum.
COLECTA
PRÆSTA, quǽsumus, omnípotens et miséricors Deus: ut
Spíritus Sanctus advéniens, templum nos glóriæ suæ dignánter inhabitándo
perfíciat. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum
vivit et regnat in unitate eiusdem Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula
saeculorum. Amen.
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HAZ, te pedimos, omnipotente y misericordioso Dios,
que el Espíritu Santo, dignándose habitar en nosotros, nos convierta en
templo de su gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad
del mismo Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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ESPÍSTOLA
Hechos de los Apóstoles 5,12-16
LÉCTIO ACTUUM APOSTOLÓRUM.
In diébus illis: Per manus Apostolórum fiébant signa
et prodígia multa in plebe. Et erant unanímiter omnes in pórticu Salomónis. Ceterórum
autem nemo audébat se conjúngere illis: sed magnificébat eos pópulus. Magis
autem augebátur credéntium in Dómino multitúdo virórum ac mulíerum, ita ut in
platéas ejícerent infírmos, et pónerent in léctulis ac grabátis, ut, veniénte
Petro, saltem umbra illíus obumbráret quemquam illórum, et liberaréntur ab
infrmitátibus suis. Concurrébat autem et multitúdo vicinárum civitátem
Jerúsalem, afferéntes ægros, et vexátos a spirítibus immúndis: eui curabántur
omnes.
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LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES.
En aquellos días, los apóstoles hacían muchos
milagros y prodigios entre el pueblo. Y todos los fieles unidos en un mismo
espíritu se juntaban en el pórtico de Salomón. De los otros nadie osaba
juntarse o hermanarse con ellos; pero el pueblo hacía de ellos grandes
elogios. Con esto se aumentaba más y más el número de los que creían en
el Señor, así de hombres como de mujeres, de suerte que sacaban a las
calles a los enfermos, poniéndolos en camillas y lechos o carretones, para que
pasando Pedro, su sombra tocase por lo menos en alguno de ellos, y quedasen
libres de sus dolencias. Concurría también a Jerusalén mucha gente de
las ciudades vecinas, trayendo enfermos y endemoniados, los cuales eran
curados todos.
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ALELUYA
ALLELÚJA, ALLELÚJA. [Hic genuflectitur] V/. Veni, sancte
Spíritus, reple tuórum corda fidélium: et tui amóris in eis ignem accénde.
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ALELUYA, ALELUYA. (Se
arrodilla) V/. Ven, Espíritu
Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu
amor.
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SECUENCIA
Veni, sancte Spíritus,
Et emítte
cælitus
Lucis tuæ
rádium.
Veni pater páuperum,
Veni
dator múnerum,
Veni
lumen córdium.
Consolátor óptime,
Dulcis hospes ánimæ,
Dulce refrigérum.
In labóre réquies,
In æstu tempéries,
In fletu solátium.
O lux beatíssima,
Reple
cordis íntima
Tuórum fidélium.
Sine tuo númine,
Nihil est in hómine,
Nihil est innóxium.
Lava quod est sórdidum,
Riga quod
est áridum,
Sana quod est sáucium.
Flecte quod est rígidium,
Fove quod est frígidium,
Rege quod est dévium.
Da tuis fidélibus,
In te
confidéntibus,
Sacrum
septenárium.
Da virtutútis méritum,
Da
salútis éxitum,
Da
perénne gáudium.
Amen. Allelúja.
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Ven, oh
Espíritu Santo, y envía desde el cielo de la Luz sacrosanta un rayo que
penetre el pecho.
Ven, Padre de los pobres, ven, oh
liberal Dueño de dones celestiales; ven y alumbra las almas con tu fuego.
Del pecho atribulado Consolador
excelso, y del alma afligida refugio suave y dulce refrigerio.
Descanso en los trabajos, en el
bochorno intenso de la aflicción alivio. Y del llanto dulcísimo consuelo.
¡Oh bienaventurada Luz de esplendor
eterno, llena, llena a los fieles del corazón los más profundos senos.
Sin ti solo es el hombre la nada de que
fue hecho; todo sin ti es la nada, pues sin ti nada hay santo, nada recto.
Lava lo que esta inmundo, riega lo que
está seco; Y, médico divino, sana tú en mí lo mucho que hay enfermo.
Doblega lo inflexible, y fomenta lo
yerto de mi amor; y a ti vuelva lo que en mí se desvía de tu centro.
Dale al que en ti confía, da siempre a
tu fiel siervo de celestiales dones el septenario número de efectos.
Danos de las virtudes el mérito y
el premio; da salud a nuestra alma y danos, finalmente, gozo eterno.
Amen. Aleluya
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EVANGELIO
Juan 6,44-52.
SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM JOÁNNEM.
In illo témpore: Dixit Jesus turbis Judæórum: «Nemo
potest veníre ad me, nisi Pater, qui misit me, tráxerit eum: et ego
resuscitábo eum in novíssimo die. Est scriptum in prophétis: “Et erunt omnes
docíbiles Dei.” Omnis, qui audívit a Patre, et dídicit, venit ad me. Non quia
Patrem vidit quisquam, nisi is, qui est a Deo, hic vidit Patrem. Amen, amen
dico vobis: qui credit in me, habet vitam ætérnam. Ego sum panis vitæ. Patres vestri
manducavérunt manna in desérto, et mórtui sunt. Hic est panis de cælo descéndens: ut si quis ex ipso manducáverit, non
moriátur. Ego sum panis vivus, qui de cælo descéndi. Si quis manducáverit ex
hoc pane, vivet in ætérnum: et panis, quem ego dabo, caro mea est pro mundi
vita.»
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LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Nadie
puede venir a mí, si el Padre que me envió no le atrae; y al tal le
resucitaré yo el último día. Escrito está en los profetas: Todos serán
enseñados de Dios. Cualquiera, pues, que ha escuchado al Padre, y aprendido
su palabra, viene a mí. No porque algún hombre haya visto al Padre,
excepto el que es hijo de Dios: éste sí que ha visto al Padre. En
verdad, en verdad os digo, que quien cree en mí, tiene la vida eterna.
Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto,
y murieron. Mas éste es el pan que desciende del cielo, a fin de que
quien comiere de él no muera. Yo soy el pan vivo, que he descendido del
cielo. Quien comiere de este pan, vivirá eternamente; y el pan que yo daré,
es mi misma carne, la cual daré yo para la vida o salvación del mundo.
Comenzaron entonces los judíos a altercar unos con otros, diciendo: ¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?
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Se dice “Credo.”
OFERTORIO
Salmo 118, 47-48
MEDITÁBOR in mandátis tuis, quæ diléxi valde: et
levábo manus meas ad mandáta tua, quæ diléxi, allelúja.
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MEDITARÉ en tus preceptos a los que tanto quiero, y
levantaré mis manos a tus preceptos, que amo tanto, aleluya.
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SECRETA
ACCÍPE, quǽsumus, Dómine, munus oblátum: et
dignánter ope-ráre; ut, quod mystériis, ágimus, piis efféctibus celebrémus. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum
vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus
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RECIBE, Señor, el don que te ofrecemos; y dígnate
concedernos que estos misterios se reflejen en la santidad de nuestra vida. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios
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PREFACIO
DEL ESPÍRITU SANTO
Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación, darte gracias, siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor: Que después de subir al Cielo,
donde está sentado a tu derecha, ha derramado (en este día) sobre tus hijos
adoptivos el Espíritu Santo que había prometido. Por eso con esta infusión de
gozo el mundo entero desborda de alegría, y también los coros celestiales,
los Ángeles y los Arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
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Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación, darte gracias, siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor: Que después de subir al Cielo,
donde está sentado a tu derecha, ha derramado (en este día) sobre tus hijos
adoptivos el Espíritu Santo que había prometido. Por eso con esta infusión de
gozo el mundo entero desborda de alegría, y también los coros celestiales,
los Ángeles y los Arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
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COMMUNICÁNTES PROPIO
Communicántes, et diem sacratíssimum Pentecóstes
celebrántes, quo Spíritus Sanctus Apóstolis innúmeris linguis appáruit: sed
et memóriam venerántes, in primis gloriósæ semper Vírginis Maríæ, Genetrícis Dei
et Dómini nostri Iesu Christi: sed et beáti Ioseph, eiúsdem Vírginis Sponsi,
et beatórum Apostolórum ac Mártyrum tuórum, Petri et Pauli, Andréæ, Iacóbi,
Ioánnis, Thomæ, Iacóbi Philíppi. Bartholomæi, Matthæi, Simónis et Thaddæi:
Lini, Cleti, Cleméntis, Xysti, Cornélii, Cypriáni, Lauréntii, Chrysógoni,
Ioánnis et Pauli, Cosmæ et Damiáni: et ómnium Sanctórum tuórum; quorum
méritis, precibúsque concédas, ut
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Unidos en comunión y celebrando el día sacratísimo,
en el que el Espíritu Santo se apareció a los Apóstoles en forma de muchas
lenguas de fuego; y venerando también primeramente, la memoria de la gloriosa
siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, Señor y Dios nuestro, y la de tus
bienaventurados Apóstoles y Mártires: Pedro y Pablo, Andrés, Santiago, Juan,
Tomás, Santiago, Felipe, Bartolomé, Mateo, Simón y Tadeo, Lino, Clemente,
Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisógono, Juan y Pablo, Cosme y Damián,
y de todos tus Santos; te pedimos, por sus méritos e intercesión, nos
concedas ser fortalecidos en todo con el auxilio de tu protección. Por el
mismo Jesucristo N. S. Amén.
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HANC IGITUR PROPIO
Hanc ígitur oblatiónem servitútis nostræ, sed et
cunctæ famíliæ tuæ, quam tibi offérimus pro his quoque, quos regeneráre dignátus
es ex aqua, et Spíritu Sancto, tribuens eis remissiónem ómnium peccatórum
quæsumus, Dómine, ut placátus accípias: diésque nostros in tua pace dispónas,
atque ab ætérna damnatióne nos éripi, et in electórum tuórum iúbeas grege
numerári. Per Christum Dóminum nostrum. Amen.
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POR lo mismo, Señor, te rogamos te dignes admitir
favorablemente esta ofrenda en testimonio de nuestra dependencia y de toda tu
familia: -que te ofrecemos también por los que te has dignado regenerar con
el agua y el Espíritu Santo, dándoles el perdón de los pecados-,: y hacer que
pasemos, en paz contigo, los días de nuestra vida, que nos veamos libres de
la condenación eterna y seamos por Ti incluidos en el número de tus elegidos.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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COMUNIÓN
Juan 14, 27
PACEM, relínquo vobis, allelúja: pacem meam do vobis, allelúja, ailelúja.
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LA PAZ os dejo, aleluya, mi paz os doy, aleluya,
aleluya.
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POSCOMUNIÓN
SUMÉNTES, Dómine, cæléstia sacraménta, quǽsumus
cleméntiam tuam: ut, quod temporáliter, gérimus, ætérnis gáudiis consequámur.
Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum
vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula
saeculorum. Amen.
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HABIENDO recibido, Señor, los sacramentos
celestiales, imploramos tu clemencia a fin de que lo que celebramos en el
tiempo lo gocemos en la eternidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos. Amén.
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