martes, 14 de marzo de 2017

MIERCOLES DE LA II SEMANA DE CUARESMA


MIERCOLES DE LA II SEMANA DE CUARESMA
Estación en Santa Cecilia
Idea dominante de la Misa de esta Feria: Dios salva a los que ponen en él su confianza.

INTROITO     Salmo 37, 22-23
No me desampares, Señor Dios mío; no te apartes de mí; acude prontamente a socorrerme, oh Señor Dios Salvador mío, (S). Oh Señor, no me juzgues con ira; ni me castigues con indignación. v/. Gloria al Padre…

COLECTA
Te suplicamos, Señor, que mires propicio a tu pueblo; y pues le mandas abstenerse de manjares de carne, concédele también que se abstenga de todo vicio. Por nuestro Señor…

EPISTOLA Ester 13,8-11.15-17.
Hizo, pues, Mardoqueo oración al Señor, y representándole todas las maravillas que había obrado, dijo: Señor, oh Señor rey omnipotente, de tu potestad dependen todas las cosas, y no hay quien resista a tu majestad. Tú hiciste el cielo y la tierra, y todo cuanto el ámbito de los cielos abraza. Tú eres el Señor de todas las cosas, y no hay quien resista a tu Majestad. Por tanto ahora, oh Señor, Rey de reyes, oh Dios de Abrahán apiádate de tu pueblo; pues nuestros enemigos quieren perdernos y acabar con tu heredad. No menosprecies tu posesión, este pueblo rescatado por ti de Egipto. Escucha mis súplicas, y muéstrate propicio a una nación que has escogido por herencia tuya, y convierte nuestro llanto en gozo, para que viviendo alabemos, oh Señor, tu santo Nombre; y no cierres las bocas de los únicos que cantan tus alabanzas.

GRADUAL   Salmo 27, 9 y
Salva, Señor, a tu pueblo, y bendice a ti heredad. v/. A ti, oh Señor, clamare; no te hagas el sordo a mis ruegos, Dios mío, no sea que llegue yo a contarme con los que bajan al sepulcro.

TRACTO   Salmo 102, 10
Señor, no nos trates según merecen nuestros pecados, ni según nuestras culpas nos castigues. v/. Señor, no te acuerdes de nuestras antiguas maldades: anticípense a favor nuestro cuanto antes tus misericordias; pues nos hallamos reducidos a extrema miseria. Aquí se arrodilla. Ayudamos, oh Dios salvador nuestro: y por la gloria de tu nombre, líbranos, Señor, y perdona nuestros pecados, por amor a tu nombre

EVANGELIO Mateo 20,17-28
Poniéndose Jesús en camino para Jerusalén, tomó aparte a sus doce discípulos y les dijo: Mirad que vamos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre ha de ser entregado a los príncipes, y le condenarán a muerte; y le entregarán a los gentiles para que sea escarnecido y azotado y crucificado; mas él resucitará al tercer día.  Entonces, la madre de los hijos de Zebedeo, se le acerca con sus dos hijos, y le adora, manifestando querer pedirle alguna gracia.  Jesús le dijo: ¿Qué quieres? Y ella les respondió: Dispón que estos dos hijos míos tengan su asiento en tu reino, uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Mas Jesús le dio por respuesta: No sabéis lo que os pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo tengo de beber? Y le dijeron: Bien podemos.  Les replicó: Mi cáliz sí que lo beberéis; pero el asiento a mi diestra o siniestra no me toca concederlo a vosotros, sino que será para aquellos a quienes lo ha destinado mi Padre. Escuchando esto los otros diez apóstoles, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los convocó a sí, y les dijo: No ignoráis que los príncipes de las naciones avasallan a sus pueblos, y que sus magnates los dominan con imperio.  No ha de ser así entre vosotros, sino que quien aspirase a ser mayor entre vosotros, debe ser vuestro criado.  Y el que quiera ser entre vosotros el primero, ha de ser vuestro siervo.  Al modo que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir, y a dar su vida para redención de muchos.

OFERTORIO     Salmo   24, 1-3
A ti, Oh Señor, he levantado mi espíritu. En ti, oh Dios mío, tengo puesta mi confianza: no quedare avergonzado, ni se burlaran de mí mis enemigos; porque ninguno que espere en ti quedara confundido.

SECRETA
Recibe, Señor, propicio las hostias que te ofrecemos; y rompe, en virtud de estos sacramentos, las cadenas de nuestros pecados: por nuestro Señor…

COMUNION    Salmo 10, 8
El Señor es justo y ama la justicia; esta siempre su rostro mirando la rectitud

POSCOMUNION
Habiendo, Señor, recibido estos sacramentos, te suplicamos que nos sirvan para aumento de nuestra redención eterna. Por nuestro Señor…

SOBRE EL PUEBLO
Oremos. Humillad ante Dios vuestras cabezas
Oh Dios, reparados y amante de la inocencia, dirige a ti los corazones de tus siervos; a fin de que enfervorizados con tu espíritu, sean constantes en la fe y eficaces en las obras. Por nuestro Señor…
Transcripto por Dña. Ana María Gálvez

TEXTOS EN LATÍN
Feria IV post Dominicam II in Quadragesima Statio ad S. Caeciliam
Introitus. Ps. xxxvii: 22-23.
Ne derelínquas me, Dómine, Deus meus, ne discédas a me: inténde in adjutórium meum, Dómine, virtus salútis meæ. Ps. ibid., 2Dómine, ne in furóre tuo árguas me: neque in ira tua corrípias me. Glória Patri. Ne derelínquas me.
Oratio.
Pópulum tuum, quǽsumus, Dómine, propítius réspice: et, quos ab escis carnálibus prǽcipis abstinére, a noxiis quoque vítiis cessáre concéde. Per Dóminum.

Esth.13,8-11 et 15-17.
Léctio libri Esther.
In diébus illis: orávit Mardochǽus ad Dóminum, dicens: «Dómine, Dómine, Rex omnípotens, in dicióne enim tua cuncta sunt pósita, et non est, qui possit tuæ resístere voluntáti, si decréveris salváre Israël. Tu fecísti cœlum et terram, et quidquid cœli ámbitu continétur. Dóminus ómnium es, nec est, qui resístat majestáti tuæ. Et nunc, Dómine Rex, Deus Abraham, miserére pópuli tui, quia volunt nos inimíci nostri pérdere, et hereditátem tuam delére. Ne despícias partem tuam, quam redemísti tibi de Ægýpto. Exáudi deprecatiónem meam, et propítius esto sorti et funículo tuo, et convérte luctum nostrum in gáudium, ut vivéntes laudémus nomen tuum, Dómine, et ne claudas ora te canéntium, Dómine, Deus noster.»
Graduale. Ps. xxvii: 9 et 1.
Salvum fac pópulum tuum, Dómine, et bénedic hereditáti tuæ. v. Ad te, Dómine, clamávi: Deus meus, ne síleas a me, et ero símilis descendéntibus in lacum.
Tractus. Ps. cii: 10.
Dómine, non secúndum peccáta nostra, quæ fécimus nos: neque secúndum iniquitátes nostras retríbuas nobis. v. Ps. lxxviii: 8-9.Dómine, ne memíneris iniquitátum nostrárum antiquárum: cito antícipent nos misericórdiæ tuæ, quia páuperes facti sumus nimis. (Hic genuflectitur) Adjuva nos, Deus, salutáris noster: et propter glóriam nóminis tui, Dómine, líbera nos: et propítius esto peccátis nostris, propter nomen tuum.
Matth. xx: 17-28
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthǽum
In illo témpore: Ascéndens Jesus Jerosólymam, assúmpsit duódecim discípulos secréto, et ait illis: «Ecce, ascéndimus Jerosólymam, et Fílius hóminis tradétur princípibus sacerdótum, et scribis, et condemnábunt eum morte, et tradent eum Géntibus ad illudéndum, et flagellándum, et crucifigéndum, et tértia die resúrget.» Tunc accéssit ad eum mater filiórum Zebedǽi cum fíliis suis, adórans et petens áliquid ab eo. Qui dixit ei: «Quid vis?» Ait illi: «Dic, ut sédeant hi duo fílii mei, unus ad déxteram tuam et unus ad sinístram in regno tuo.» Respóndens autem Jesus, dixit: «Nescítis, quid petátis. Potéstis bíbere cálicem, quem ego bibitúrus sum?» Dicunt ei: «Póssumus.» Ait illis: «Cálicem quidem meum bibétis: sedére autem ad déxteram meam vel sinístram, non est meum dare vobis, sed quibus parátum est a Patre meo.» Et audiéntes decem, indignáti sunt de duóbus frátribus. Jesus autem vocávit eos ad se, et ait: «Scitis, quia príncipes géntium dominántur eórum: et qui majóres sunt, potestátem exércent in eos. Non ita erit inter vos: sed quicúmque volúerit inter vos major fíeri, sit vester miníster: et qui volúerit inter vos primus esse, erit vester servus. Sicut Fílius hóminis non venit ministrári, sed ministráre, et dare ánimam suam, redemptiónem pro multis.»
Offertorium. Ps. xxiv: 1-3.
Ad te, Dómine, levávi ánimam meam: Deus meus, in te confído, non erubéscam: neque irrídeant me inimíci mei: étenim univérsi, qui te exspéctant, non confundéntur.
Secreta.
Hóstias, Dómine, quas tibi offérimus, propítius réspice: et, per hæc sancta commércia, víncula peccatórum nostrórum absólve. Per Dóminum.

Communio. Ps. x: 8.
Justus Dóminus, et justítiam diléxit: æquitátem vidit vultus ejus.
Postcommunio.
Sumptis, Dómine, sacraméntis: ad redemptiónis ætérnæ, quǽsumus, proficiámus augméntum. Per Dóminum.

Super populum:
Orémus. Humiliáte cápita vestra Deo.
Oratio.

Deus, innocéntiæ restitútor et amátor, dírige ad te tuórum corda servórum: ut, spíritus tui fervóre concépto, et in fide inveniántur stábiles, et in ópere efficáces. Per Dóminum.

 

COMENTARIOS:

LOS PRÍNCIPES DE LA IGLESIA, EN CAMBIO, ESTÁN DESTINADOS A SERVIR A SUS INFERIORES.

Sta Teresa de Jesús NO DEJARSE VENCER