domingo, 3 de mayo de 2020

4 de mayo. Santa Mónica, viuda


4 de mayo
 Santa Mónica, viuda
III clase, blanco
Gloria y prefacio de Pascua

Santa Mónica, madre de San Agustín, derramó tantas lágrimas y oró a Dios con tanto fervor por la conversión de su hijo, que vio realizarse la palabra de San Ambrosio que le aseguró que un hijo de tantas lágrimas no podía perderse. Siguió a su hijo por todas partes para exhortarlo a que renunciara a sus desórdenes y a la herejía de los maniqueos. Cuando por fin lo vio convertido, exclamó: Ahora moriré contenta, hijo mío, porque ya nada me queda por desear en la tierra. Murió en el año 387.

INTROITO Salmo 118, 75; 120,1
Cognóvi, Dómine, quia ǽquitas judícia tua, et in veritáte tua humiliásti me: confíge timóre tuo carnes meas, a mandátis tuis tímui. Allelúja, allelúja. V/. Beáti immaculáti in via : qui ámbulant in lege Dómini. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén
Reconozco, Señor, que tus juicios son justos, que me has afligido con razón; tiembla de terror ante ti mi carne; temo tus juicios. Aleluya, aleluya. V/.  Bienaventurados los que, euros en sus sendas, caminan en la ley del Señor. V/.  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,  por los siglos de los siglos. Amén.

COLECTA
Deus, mæréntium consolátor et in te sperántium salus, qui beátæ Mónicæ pias lácrimas in conversióne fílii sui Augustíni misericórditer suscepísti: da nobis utriúsque intervéntu, peccáta nostra deploráre, et grátiæ tuæ indulgéntiam invénire. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
¡Oh Dios!, consolador de los afligidos y salvación de los que en ti esperan, que acogiste misericordioso las piadosas lágrimas de santa Mónica por la conversión de su hijo Agustín; concédenos, por la intercesión de entrambos, que lloremos nuestros pecados y hallemos el perdón de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

EPÍSTOLA 1 Timoteo 5, 3-10
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Timótheum.
Carissime: Víduas honóra quæ vere víduæ sunt. Si qua autem vídua fílios, aut nepótes habet: discat primum domum suam régere, et mútuam vicem réddere paréntibus: hoc enim accéptum est coram Deo. Quæ autem vere vídua est, et desoláta, speret in Deum, et instet obsecratiónibus, et oratiónibus nocte ac die. Nam quæ in delíciis est, vivens mórtua est. Et hoc prǽcipe, ut irreprehensíbiles sint. Si quis autem suórum, et máxime domesticórum curam non habet, fidem negávit, et est infidélí detérior. Vídua eligátur non minus sexagínta annórum, quæ fúerit unius viri uxor, in opéribus bonis. testimónium habens, si fílios educávit, si hospítio recépit, si sanctórum pedes lavit, si tribulatiónem patiéntibus subministrávit, si omne opus bonum subsecúta est.
Lectura de la Carta del Apóstol san Pablo a Timoteo.
Carísimo: Honra a las viudas que en verdad lo sean. Si una viuda tiene hijos o nietos, enséñeles primero a ser piadosos con su propia familia y a correspondes a sus padres, porque esto es lo que agrada a Dios. La viuda verdadera, la que ha quedado cola, pone su esperanza en Dios y pasa día y noche en la plegaria y en la oración. En cambio, la que se da a los placeres, aunque viva, está muerta. Hazles estas recomendaciones para que sean irreprensibles. El que no mira por los suyos, mayormente por los de su casa, ha negado la fe; es peor que un infiel. Para ser inscrita en la lista de las viudas, una mujer ha de tener al menos sesenta años ni ha de haber sido casada más de una vez; sus buenas obras den testimonio de ella; que haya educado hijos, ejercido la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a los afligidos, practicado el bien en todas sus formas.

ALELUYA PASCUAL. Salmo 44, 5
En Pascua, omitido el gradual, se dice:
Allelúja, allelúja. V/. Spécie tua, et pulchritúdine tua inténde, próspere procéde, et regna. Allelúja. V/.  Propter veritátem, et mansuetúdinem, et justítiam: et dedúcet te mirabíliter déxtera tua. Allelúja.
Aleluya, aleluya. V/. Con tu gracia y tu hermosura camina, sé feliz y reina. Aleluya. V/. Por la justicia y la verdad, que tu diestra se distinga por sus brillantes acciones. Aleluya.

EVANGELIO Lucas 7, 11-16
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam.
In illo témpore: Ibat Jesus in civitátem quæ vocátur Naim: et ibant cum eo discípuli ejus, et turba copiósa. Cum autem appropinquáret portæ civitátis, ecce defúnctus efferebátur, fílius únicus matris suæ: et hæc vídua erat: et turba civitátis multa cum illa. Quam cum vidíssit Dóminus, misericórdia motus super eam, dixit illi: «noli flere.» Et accéssit, et tetígit lóculum (hi autem qui portábant stetérunt). Et ait: «Adoléscens, tibi dico, surge.» Et resédit qui erat mórtuus, et cœpit loqui. Et dedit illum matri suæ. Accépit autem omnes timor: et magnificábant Deum, dicéntes: Quia Prophéta magnus surréxit in nobis: et quis Deus visitávit plebem suam.
Lectura del Santo Evangelio según san Lucas.
En aquel tiempo: Iba Jesús a una ciudad llamada Naím, y le acompañaban sus discípulos y una gran muchedumbre. Al acercarse a la puerta de la ciudad, he aquí que sacaban a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; e iba con ella gran acompañamiento de gente de la ciudad. Viéndola el Señor, movido de compasión por ella, le dijo: No llores, y se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo entonces: Joven, a ti te digo, levántate, y se sentó el muerto, y comenzó a hablar, y le entregó a su madre. Sobrecogió a todos gran pavor, y glorificaban a Dios diciendo: ¡Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y Dios ha visitado a su pueblo!

OFERTORIO Salmo 44, 3
Diffúsa est grátia in lábiis tuis : proptérea benedíxit te Deus in ætérnum, et in sǽculum sǽculi. Allelúja.
Se ha derramado la gracia en tus labios; por eso te ha bendecido Dios para siempre y por los siglos de los siglos. Aleluya.

SECRETA
Accépta tibi sit, Dómine, sacrátæ plebis oblátio pro tuórum honóre Sanctórum: quorum se méritis, de tribulatióne percepísse cognóscit auxílium. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,
TE sea, Señor, acepta la ofrenda que para honrar a tus santos te hace el pueblo fiel, a sabiendas de que debe a sus méritos el auxilio recibido en las pruebas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios

PREFACIO PASCUAL
Vere dignum et justum est, aequum et salutare: Te quidem, Domine, omni tempore, sed in in hoc potissimum gloriosius praedicare, cum Pascha nostrum immolatus es Christus. Ipse enim verus es Agnus, qui abstulit peccata mundi. Qui mortem nostram moriendo destruxit, et vitam resurgendo reparavit. Et ideo cum Angelis et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque omni militia caelestis exercitus, hymnum gloriae tuae canimus, sine fine dicentes:
Verdaderamente es digno y justo, debido y saludable, que en todo tiempo, Señor, te alabemos; pero principalmente con mayor magnificencia en éste tiempo, en que Jesucristo inmolado es, nuestra Pascua. Porque Él es el verdadero Cordero que quita los pecados del mundo. El cual muriendo, destruyó nuestra muer te, y resucitando, reparó nuestra vida. Por esto, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, can tamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

COMUNIÓN Salmo 44.8
Diléxisti justítiam, et odísti iniquitátem: proptérea unxit te Deus, Deus tuus, óleo lætítiæ præ consórtibus tuis. Allelúja.
Has amado la justicia y odiado la iniquidad; por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido con el óleo de la alegría, con preferencia a tus compañeras. Aleluya.

POSCOMUNIÓN
Satiásti, Dómine, famíliam tuam munéribus sacris: ejus, quǽsumus, semper interventióne nos réfove, cujus solémnia celebrámus. Per Dóminum. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
Señor, que has saciado a tu familia, te suplicamos renueves sin cesar nuestras fuerzas, por la intercesión de aquélla cuya solemnidad celebramos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.



Folleto PDF 3 – Santa Mónica