miércoles, 19 de enero de 2022

III Domingo después de Epifanía


III domingo después de Epifanía

II clase, verde

Gloria, Credo y prefacio de la Trinidad

A partir de este domingo, la Liturgia rompe el orden cronológico de la vida de Jesús y extracta del Evangelio los milagros y discursos que cree más convenientes para nuestra enseñanza y edificación. Jesús es un profeta y un maestro errante, que va sembrando por ciudades y caminos bien y verdad. La multitud le sigue ávida de luz y paz, y confiesa ingenuamente que "nadie ha hablado como este hombre; nadie puede hacer las maravillas que Él hace". Y para confirmar con milagros esta hermosa confesión de las turbas, Jesús cura de cerca a un leproso y de lejos al criado del Centurión. La liturgia de hoy renueva aquella página de la vida de Nuestro Señor, para excitar nuestra fe y confianza en Él y para que acudamos a la Confesión a limpiarnos de la lepra del pecado.

Este domingo sirve de marco a todos los que han de seguir hasta Septuagésima. El introito y los demás cánticos de la misa son los mismos; al proclamar la gloria y la realeza universal de Cristo, invitan a su adoración. De este modo, la liturgia del Tiempo después de Epifanía se aproxima al Tiempo de la Navidad.

Las oraciones, en cambio, tienen un carácter más general; como las del Tiempo después de Pentecostés, son la expresión de la plegaria cristiana en sus peticiones y disposiciones habituales, sin relación directa con una fiesta o un misterio particular. Y lo mismo hay que decir por lo que se refiere a la epístola y al evangelio.

La epístola es continuación de la del domingo anterior, y trata del espíritu que debe animar a los creyentes con relación a todos los hombres, sean quienes fueren. Les debemos tener una voluntad buena y pacífica, que no se deje desarmar por nada, mucho menos por el mal. El evangelio nos invita a la confianza, por miserables que seamos o por muy alejados que estemos de Dios. El leproso que obtiene la curación de su criado, son dos ejemplos aleccionadores. El elogio de la fe del centurión culmina en la solemne declaración con que anuncia Jesús el acceso de todos los pueblos a la salvación.

 

INTROITO Salmo 96, 7-8. 1

Adoráte Deum omnes Angeli ejus: audívit, et lætáta est Sion: et exsultavérunt fíliæ Judæ. V/. Dóminus regnávit, exsúltet terra: læténtur ínsulæ multæ. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén

Adorad a Dios, sus ángeles todos; lo oyó y se alborozó Sión, y se regocijaron las hijas de Judá. V/. Reina el Señor; regocíjese la tierra, alégrense todas las islas. V/.  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,  por los siglos de los siglos. Amén.

 

COLECTA

Omnípotens, sempitérne Deus, infirmitátem nostram propítius réspice: atque ad protegéndum nos, déxteram tuæ majestátis exténde. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

Omnipotente y sempiterno Dios, mira propicio nuestra flaqueza y extiende, para protegernos, la diestra de tu majestad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

 

EPÍSTOLA  Romanos 12,16-21

Traduce san Pablo, para la práctica de la vida cristiana, el mandamiento del Señor: Amaos los unos a los otros, amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian.

Léctio Epistolæ beáti Pauli Apóstoli ad Romanos.

Fratres: Nolíte esse prudéntes apud vosmetípsos: nulli malum pro malo reddéntes: providéntes bona non tantum coram Deo, sed étiam coram ómnibus homínibus. Si fíeri potest, quod ex vobis est, cum ómnibus homínibus pacem habéntes: Non vosmetípsos defendéntes caríssimi, sed date locum iræ. Scriptum est enim: "Mihi vindícta: Ego retríbuam, dicit Dóminus." Sed si esuríerit inimícus tuus, ciba illum: si sitit, potum da illi: hoc enim fáciens, carbónes ignis cóngeres super caput ejus. Noli vinci a malo sed vince in bono malum.

Lección de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos

Hermanos: No os tengáis por sabios. A nadie devolváis mal por mal. Procurad lo bueno no solo ante Dios sino ante toda la gente. En la medida de lo posible y en lo que dependa de vosotros, manteneos en paz con todo el mundo. No os toméis la venganza por vuestra cuenta, queridos; dejad más bien lugar a la justicia, pues está escrito: Mía es la venganza, yo daré lo merecido, dice el Señor. Por el contrario, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber: actuando así amontonarás ascuas sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien.

 

GRADUAL Salmo 101, 16-17

Timébunt gentes nomen tuum, Dómine, et omnes reges terræ glóriam tuam. V/.  Quóniam ædificávit Dóminus Sion, et vidébitur in majestáte sua.

Los pueblos venerarán tu nombre, Señor, y todos los reyes de la tierra tu gloria. V/.  Porque el Señor reedificará Sión y en ella será visto en su majestad.

 

ALELUYA Salmo 96, 1

Allelúja, allelúja. V/. Dóminus regnávit, exsúltet terra: læténtur ínsulæ multæ. Allelúja.

Aleluya, aleluya. V/. Reina el Señor, regocíjese la tierra, alégrense todas las islas. Aleluya.

 

 

EVANGELIO Mateo 8, 1-13

A nadie se excluye de la salvación que trae Jesús al mundo. Los israelitas debían ser los primeros beneficiados; pero se da acceso a todos los pueblos de la tierra, a todos los creyentes, vengan de donde vinieren.

Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthæum.

In illo tempore: Cum descendísset Jesus de monte, secútæ sunt eum turbæ multæ: et ecce leprósus véniens adorábat eum dicens: "Domine, si vis, potes me mundáre." Et exténdens Jesus manum, tétigit eum, dicens: "Volo. Mundare." Et conféstim mundáta est lepra ejus. Et ait illi Jesus: "Vide, némini díxeris: sed vade: osténde te sacerdóti, et offer munus, quod praecépit Móyses, in testimónium illis." . . . Cum autem introísset Caphárnaum, accéssit ad eum centúrio, rogans eum, et dicens: "Domine puer meus jacet in domo paralýticus, et male torquétur." Et ait illi Jesus: "Ego véniam et curábo eum." Et respóndens centúrio ait: "Dómine, non sum dignus ut intres sub tectum meum, sed tantum dic verbo et sanábitur puer meus. Nam et ego homo sum sub potestáte constitútis, habens sub me mílites, et dico huic: Vade et vadit: et alii: Veni et venit: Et servo meo: Fac hoc et facit." Audiens autem Jesus mirátus est, et sequéntibus se dixit: "Amen dico vobis, non invéni tantam fidem in Israël. Dico autem vobis quod multi ab Oriénte et Occidénte vénient, et recúmbent cum Abraham, et Isaac, et Iacob in regno cælórum: fílii autem regni ejiciéntur in ténebras exterióres: ibi erit fletus et stridor déntium." Et dixit Iesus centurióni: "Vade et sicut credidísti fiat tibi." Et sanátus est puer in illa hora.

Continuación del Santo Evangelio según San Mateo

En aquel tiempo: Al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente. En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme». Extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero, queda limpio». Y enseguida quedó limpio de la lepra. Jesús le dijo: «No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio». Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho». Le contestó: «Voy yo a curarlo». Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace». Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; en cambio, a los hijos del reino los echarán fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes». Y dijo Jesús al centurión: «Vete; que te suceda según has creído». Y en aquel momento se puso bueno el criado.

Se dice Credo

 

OFERTORIO Salmo 117, 16-17

Déxtera Dómini fecit virtútem, déxtera Dómini exaltávit me: non móriar, se vivam, et narrábo ópera Dómini

La diestra del Señor ha obrado proezas; la diestra del Señor me ha salvado» No moriré, sino viviré y pregonaré las obras del Señor.

 

SECRETA

Hæc hóstia, Dómine, quǽsumus, emúndet nostra delícta: et ad sacrifícium celebrándum, subditórum tibi córpora, mentésque sanctíficet. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,

Te rogamos, Señor, limpie esta hostia nuestros pecados, y santifique los cuerpos y almas de tus siervos, para celebrar dignamente el sacrificio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios

 

PREFACIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:

 

En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confesando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz.

 

COMUNIÓN Lucas 4, 22

Mirabántur omnes de his, quæ procedébant de ore Dei.

Todos se maravillan de las palabras que salían de la boca de Dios.

 

POSCOMUNIÓN

Quos tantis, Dómine, largíris uti mystériis: quǽsumus; ut efféctibus nos eórum veráciter aptare dignéris. Per Dominum nostrum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

Señor, a quienes nos concedes gozar de tan altos misterios, dígnate hacernos capaces de asimilarnos sus efectos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.


 

III Domingo Después de Epifanía. Leccionario 1962

III Domingo Después de Epifanía. Guía de los fieles para la santa misa cantada. Kyrial Orbis Factor

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AUDIO DEL CANTO DE LAS LECTURAS
  3rd Sunday after Epiphany - Epistle
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